Opinión

Amos de casa

A la espera de que hoy nos asombren los datos del paro un día antes de que se hagan púbicos, según aireó la ministra de Empleo, Fátima Báñez, la clarividencia del presidente de la patronal, Joan Rosell, para detectar los motivos de situación alarmante ya ha dejado al personal boquiabierto. "Un millón de amos y amas de casa se han apuntado al paro para ver si cobran algún subsidio". Es la explicación que le da a los colegas europeos cuando le preguntan por lo de España.

Se nota claramente que Joan Rosell sigue teniendo servicio. Sin considerar el derecho de cualquier persona a solicitar o preguntar si una ayuda le pertenece, muchos pequeños empresarios han acabado de amos de casa y no por una irrefrenable necesidad de cambiar de oficio.

Rosell participaba en una conferencia en el campus de FAES y quizá no calibró que lo que se dice para contentar a unos pocos también tiene repercusión en otros muchos.

Sólo hace falta un ratito de parque todos los días para percibir cómo anda el patio económico. El pintor que no le sale trabajo pasea al churumbel a diario y hace la casa mientras su mujer continúa trayendo una nómina raquítica. Hace dos años contaban con la ayuda de una empleada de mañana a tarde por la que pagaban casi 900 euros, 700 de salario y unos 160 a la Seguridad Social. A él le desapareció el curro y la señora se jubiló. Fue un alivio porque las cuentas, inclementes, no salían. Es un ejemplo de hombre que trabaja de amo de casa y está apuntado al paro.

El cambio social que se está produciendo resulta interesante. La falta de empleo propicia que el hombre asuma con un grado mayor de docilidad las tareas domésticas mientras la contraria sale a la faena. Muchos parecen más felices con su nuevo papel que cuando había peto para acostumbrar a salir de cena, pero agradecerían una ayuda, que ha sido cotizada en la mayoría de los casos, para llegar con más oxígeno al segundo tramo del mes. El gran problema no es que la gente se apunte al paro para ver si pesca algo, el drama es que aquí no hay trabajo y que muchas familias cuentan con amo y ama de casa.

Dicen que hoy será un buen día. Que Galicia también lo vea. Y si no, pues hablamos de estadísticas.

Te puede interesar