Opinión

Aprovechar el trabajo hecho

En la grada de un campo de fútbol se ventilan frustraciones. Durante 90 minutos los problemas personales gravitan sin culpa en torno a la pelota. Futbolistas y árbitros pagaban con dureza decepciones ajenas hasta que la educación, y unas cuantas multas y cierres de estadios, consiguieron rebajar unas décimas la “fiebre en las gradas”, título del imprescindible libro de Nick Hornby sobre el Arsenal londinense para comprender el credo de un futbolero. Salvo rebuznos racistas como los que le soltaron a Vinicius en Mestalla para dispersar al delantero brasileño, casi resulta más recomendable para el aprendizaje de un cativo llevarlo a un estadio que a un mitin o a un debate entre políticos, ya sea en el Congreso, en el Senado, en los parlamentos autonómicos o en los plenos de las corporaciones locales. Al menos en el campo de fútbol los adversarios suelen acabar dándose la mano.

Durante 90 minutos los problemas personales gravitan sin culpa en torno a la pelota

En la política gallega está sucediendo un fenómeno curioso. Mientras el diapasón se ha disparado hasta el límite de la sordera en la precampaña de las generales del 23J, en esta esquina los pactos para formar gobiernos y los relevos en las alcaldías se están realizando sin hiperventilaciones tras las recientes elecciones municipales. Quizá influya el relevo de los protagonistas masculinos en el puente de mando de la escena política gallega. Ana Pontón sigue al frente del BNG con mano firme pero gesto amable, Valentín González Formoso le ha dado a la secretaría xeral del PSdeG la serenidad que no logró Gonzalo Caballero y de Alfonso Rueda, líder del PPdeG, los funcionarios de la Xunta confiesan que las caras han mejorado en San Caetano desde que relevó a Núñez Feijóo.

Mientras el diapasón se ha disparado hasta el límite de la sordera en la precampaña de las generales del 23J, en esta esquina los pactos para formar gobiernos y los relevos en las alcaldías se están realizando sin hiperventilaciones tras las recientes elecciones municipales

En Ferrol se reunieron ayer el alcalde en funciones, el socialista Ángel Mato, con el próximo regidor, el popular José Manuel Rey Varela, para encaminar el traspaso de poderes. El alcalde saliente manifestó su disposición a “colaborar con los asuntos importantes” de la ciudad. El que llega con el aval de la mayoría absoluta en vez de anunciar auditorías y de buscar errores por los cajones, manifestó su intención de comenzar “una nueva etapa en la ciudad”, postura que comparte con su predecesor, “para aprovechar todo el trabajo de las corporaciones anteriores”. Todos buscan lo mejor para su tierra, el acierto ya lo mide las urnas. 

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