Opinión

Bale o playa, susto e historia

Gareth ni se lo plantearía, pero el fútbol es un compromiso tan irracional como la desgana de un jugador físicamente superdotado. El sábado se presentó en la costa coruñesa con bañador y toalla. Los primeros rayos desperezaron las dudas: ¿quedarse a ver a Bale contra Suiza a las tres de la tarde o rebozarse en la arena?, ¿dedicar los 90 minutos y el descuento a levantar la columna o compartirlos con la conviviente en su día de descanso? La tarde anterior ni siquiera existió debate. La inauguración de la Eurocopa –Italia presentó su candidatura goleando a Turquía– no puede competir con un duelo entre Nadal y Djokovic, aunque se trate de una semifinal de Roland Garros y no del partido decisivo en la pista Philippe-Chatrier. "También puedes ver el partido en el teléfono como hace mucha gente; Bale siempre se sale en los partidos importantes", zanjó la conviviente cuando acomodaba un libro en la bolsa. Pero Gareth Bale no decepcionó en Bakú a los descreídos en su recuperación para el fútbol de alto nivel. Gales consiguió empatarle a Suiza con su estrella apagándose sin explicación física. Asistió al gol de su selección como un aficionado asomado al teléfono en el arenal del Orzán, sólo que en fila preferente. 

Las primeras jornadas de una Eurocopa son de tanteo.  La derrota es un paso atrás, no una situación irreversible. Finlandia se estrenó en la fase final del torneo con victoria en Copenhague contra Dinamarca. La historia del exótico debut acabó bien, pero durante unos minutos se pensó que lo haría en el cementerio. Erkisen se desplomó cuando estaba a punto de terminar el primer tiempo y la reanimación agónica durante ocho minutos le devolvió la vida mientras la grada y sus familiares presenciaban la lucha contra la muerte entre lágrimas y silencio. El segundo tiempo se disputó más tarde, el espectáculo del fútbol debe continuar, pero Dinamarca tiritaba a pesar de que Eriksen pidió a sus compañeros que regresasen al campo. El delantero Lukaku, su compañero en el Inter de Milán, le dedicó el primer gol de Bélgica a Rusia al grito de "te quiero". El golf es un deporte de menor riesgo, habrá pensado Gareth. 

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