Opinión

Bouzas, méxico

Como 'París, Texas', maravillosa película dirigida por Wim Wenders y en la que aparece la imponderable Nastassja Kinski, ya podemos decir 'Bouzas, México' por la adquisición del astillero Barreras por la petrolera mexicana Pemex. Quizá los vigueses más puntillosos corrijan la ubicación, ya que las gradas están realmente en Beiramar y, en rigor, antiguamente eran los límites Coia de Abaixo como sostiene un experto, pero permitan la gracia porque 'Bouzas es mucho más que un barrio; es una parroquia', me comenta uno de mis correctores de cabecera.

Enjuiciar la venta de Barreras y la actuación del presidente Feijóo es un tema complicado. Más allá de las puñaladas políticas, como esa hilarante valoración de Xavier Vence, portavoz nacional del BNG, en la que decía que el presidente está haciendo más por acabar con el capitalismo en Galicia que todos los comunistas juntos, a los trabajadores del naval lo que les interesa es tener curro. Puede ser, como piensa Yolanda Díaz, viceportavoz parlamentaria de AGE, que sea 'pan para hoy y hambre para mañana, pero el personal quiere comer hoy porque si no lo hace, difícilmente llegará a mañana.

Un colega que curra en la planta de Repsol en A Coruña no se cree todavía que se haya vendido el mayor astillero privado de España a Pemex y a mucha peña en Vigo les cuesta también asimilar el cambio de propiedad de una de sus velas empresariales, aunque llevaba muchos meses sin encontrar viento bueno para moverse.

De Vigo y con gestión gallega también era Pescanova y ya hay quien la ha rebautizado como 'Golfonova' por el tremendo agujero financiero. 'Para Vigo es una excelente noticia. Fíjate, Citroën es francesa, me explota igual, pero al menos no me engaña', comenta una persona sensata como pocas y vigués 'hasta las cachas', como Francisco Vázquez confesó su amor por A Coruña. Puede que Feijóo haya conseguido parchear un problema latente de conflictividad social por la falta de carga en el naval. El tiempo dirá si seguiremos comiendo mañana, pero a los desempleados del sector se les ha encendido la bombilla de la esperanza. Muchos de los empresarios gallegos, tan alabados y aplaudidos hace unos días, han quedado en entredicho cuando llegó la hora de enjuiciar su talento. 'Bouzas, México'. Hay que pagar la ronda.

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