Opinión

El caldo del PP de Pontevedra

Es comprensible la desesperación del PP de Pontevedra. Gana en las elecciones generales y en las autonómicas, pero en las municipales se topa contra la estrella del nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores. La ciudad más taurina de Galicia y de rancias tradiciones, como la puesta de largo de las mozas en el Casino, lleva desde 1999 entregando el bastón de mando al candidato del BNG. Y también es comprensible que los mismos ciudadanos que ocupan la barrera en el coso pontevedrés y se dejan una pasta en la presentación en sociedad de sus hijas continúen confiando en un socarrón soberanista. Lores se ha ganado a pulso que su modelo de ciudad se haya convertido en referente mundial.

La desesperación y el ímpetu por revertir la situación política, máxime cuando ya no maniobras desde la Diputación después de décadas, a veces conducen al ridículo. El portavoz municipal del PP, Jacobo Moreira, denunció que el Concello se hubiese gastado 3.000 euros en una cena en Nueva York con empresarios emigrados de la provincia tras recoger un premio por su modelo urbano en mayo de 2015. La cuenta le parece "una indecencia, un insulto, un capricho de Lores o reírse de los pontevedreses". La propina de 452 euros, el 20% sobre el coste de la cena como se estila en la Gran Manzana, certifica la mano suelta del alcalde. Teniendo en cuenta que eran 27 personas, el plato salió a unos 110 euros, no mucho más que una mariscada en un 'furancho' de la provincia. 

A Lores le ponen las respuestas de escape como a Franco los salmones. Calificó las críticas de "paletada" y recomendó a los populares viajar más para no patinar con estrépito en su argumentario. Cuando gobernaba el bipartito la Xunta, también el PP de Feijóo y Rueda le reprocharon a la nacionalista Ánxela Bugallo una factura de unos 600 euros en mojitos y refrescos por una recepción durante la Feria del Libro de La Habana. Mira que no haber llevado grelos y una pulpeira...

Resulta curioso el criterio dispar. Si un representante público de tu partido recibe botellas de Vega Sicilia de un empresario que está siendo investigado por la justicia, se trata de cortesía; si un alcalde de otra formación invita a una cena institucional, se considera "una indecencia". Caldo cuando gobierne el PP. 

Te puede interesar