Opinión

Casi mejor es extinguirse

Cada vez hay menos esperanza en el ser humano. Tragamos con todo y todavía no hemos llegado a la cota de estupidez más alta. Podemos superarnos. Tenían razón Siniestro Total. Hay que extinguirse y dejar que continúe la evolución porque no hay remedio con la tropa del ser humano.

Un jeta llamado Miguel Rosendo funda una secta llamada Orden y mandato de San Miguel Arcángel en Oia y no sólo consigue el amparo de la iglesia, sino que además es capaz de captar y manejar a centenares de adeptos a su antojo. Para que digan que el gallego es desconfiado. Las víctimas dieron ayer una rueda de prensa con la intención de solicitar la intervención del Papa Francisco como en los casos de pederastia descubiertos en Granada y el relato de lo que consintieron produce una profunda lástima por unas entendederas tan limitadas. "Nos parecía que hacía milagros porque batallaba con el diablo, creía que Miguel era un enviado de dios", reconoció uno de los portavoces de los que se dejaron engañar.

El tal miguel no engatusó a niños temerosos, sino a adultos que incluso llegaron a vender su casa para entregarle la pasta al enviado de Dios, según denunciaron. Algunos se dejaron atrapar porque llegaban baqueteados por la vida... ¿Pero nadie desconfiaba cuando llevaba a las mujeres de paseo hasta el catre con la excusa de que transmitía el cuerpo de cristo a través de su semen purificador?

El tío simulaba hablar en arameo, proclamaba que siendo un bebé de dos años murió, fue enterrado y salió de su ataúd, resucitando por intervención de Dios, que le encomendó llevar al mundo el mensaje de San Miguel. Y hubo inocentes que tragaron con todo. Ahora lo acusan de enriquecimiento ilícito y de abusos sexuales.

En el manicomio compostelano de Conxo hay ingresados dos Jesuscristos y un espíritu santo, la reencarnación de San Miguel continúa con el embeleco por madrid. Y hay quien lo cree. Flipante.

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