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Opinión | Corre, Jácome, corre; por Xabier R. Blanco

El cineasta vigués que nunca ha querido salir en los créditos envió a primera hora de la tarde un vídeo de tres minutos en el que Gonzalo Pérez Jácome aparece corriendo, vestido de traje, por el puente romano-medieval, asciende la calle Concordia por las rampas mecánicas que acaba de inaugurar sin haber formalizado la recepción de la obra y recorre al trote la calle Paseo hasta acabar levantando los brazos al llegar a la puerta del Concello de Ourense. El resuello no le impide glosar el número de calles asfaltadas y apuntar promesas electorales.

La gente ha visto las escaleriñas, el asfaltado, el alumbrado, pero también sabe que su alcalde recibe mordidas.

La escena arranca fuerte y resulta potente para el ojo de un cineasta. “En las próximas elecciones municipales varios partidos estarán en la carrera por la Alcaldía de Ourense. Esos partidos y los medios de comunicación se han confabulado contra Democracia Ourensana pero una carrera la gana quien más avanza”, predica Jácome tras entrar en plano para comenzar con la propaganda. Un fenómeno en el teatrillo de la campaña, como la raposada de situarse al teclado de la Orquesta Panorama en las Festas do Couto para interpretar el himno galego aunque después te denuncien en la Junta Electoral, sólo que la acusación por la supuesta confabulación de partidos y medios para arrebatarle el juguete se descuaderna como una mentira tras el último audio publicado por La Región en el que Jácome admite la práctica de poner el cazo por la adjudicación de obras: “Le dimos el matadero al de Carballino, pero claro, el de Carballino a un sobreprecio de la hostia, porque nos quiso estafar. Nos quiso dar 30.000 euros, pero al final tuvo que dar 100.000”

Lo malo de este tío es que se cree más listo de lo que es. Le falta humildad.

El corredor Jácome también llegó a A Coruña. A media tarde llamó un cocinero de estrategias electorales para comentar la jugada: “A esta hora la genialidad de un loco está por todo Ourense. La gente ha visto las escaleriñas, el asfaltado, el alumbrado, pero también sabe que su alcalde recibe mordidas. Lo malo de este tío es que se cree más listo de lo que es. Le falta humildad. Los caraduras no tienen humildad, que es de sabios”. Después del breve análisis sugirió dos títulos para esta película: “Coge el dinero y corre’ de Woody Allen o ‘Deprisa, deprisa’ de Saura”. Corre, Jácome, corre, mientras los ourensanos lo permitan.  

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