Opinión

La deslealtad y las obviedades

Cuando un responsable político da un paso atrás o lo obligan a hacerlo tendría que saber que no se puede pasar el resto de sus días haciéndole la puñeta a su sucesor ni marcándole el paso. El exsecreario general del PSdeG y expresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño ha vuelto a quedar retratado al cuestionar la elección de las candidaturas que ha hecho la militancia socialista y la responsabilidad del actual líder en el resultado de las municipales. Sosegadamente, José Ramón Gómez Besteiro le ha tenido que recordar que sus reflexiones son "obviedades" y que las cosas han cambiado en la formación de la rosa desde que él no manda.

Cuando Manuel Fraga entregó el PPdeG a Alberto Núñez Feijóo tras perder la Xunta en 2005 buscó acomodo en la mecedora del Senado y no consta que dedicase el tiempo libre a mangonear en el partido desde Madrid. Resulta curioso que cada vez que el 'León de Vilalba regresa al folio, casi siempre es por algo positivo y ha tenido muchos fallos, como todos sabemos, que ya casi ni merece la pena recordar.

Una señora más de derechas que el mismo Fraga comentaba el otro día que cada vez le cae mejor José Luis Rodríguez Zapatero porque no dedica su tiempo a criticar las decisiones que ha tomado Mariano Rajoy desde que lo sustituyó en La Moncloa. Afirmó que ya no soporta a José María Aznar ni se cree sus consejos mágicos. Tampoco tragaba a Felipe González, pero ahora le estomagan sus prédicas alertando del negro panorama que le espera a este país si no se atienden sus sabias recetas.

Pachi Vázquez entregó la cuchara a Gómez Besteiro y a pesar de que casi le tuvo que recordar a Pérez Touriño que ya no estaba al mando del partido, cuando al ourensano le llegó el momento de la despedida no incurrió en la deslealtad de zancadillear las decisiones del nuevo líder. Pues resulta que no es tan obvio.

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