Opinión

El humo y la vida

La estanquera introduce en una pequeña bolsa de plástico el veneno que le acabas de pedir sin hacer caso a las advertencias de que puedes diñarla antes, aunque a un precio más asequible que con el tabaco manufacturado: picadura, librillo, filtros y boquillas. Cuando llegas a casa en el telediario están contando con satisfacción que España consigue 120 nuevos donantes de médula ósea al día y que encabezamos la clasificación mundial tanto en donación de órganos como en trasplantes realizados. "El personal es mejor de lo que creemos o queremos creer", reflexionas antes de liar un pitillo con la disculpa de celebrar la generosidad de la peña en tiempos de zozobra. 

En ese momento te das cuenta de que en la bolsa que te han dado en el estanco está serigrafiada una campaña de la Fundación de los Donantes Españoles (Fundaspe) animándote a ser positivo y a colaborar, también si eres negativo porque la sangre nunca sobra independientemente del tipo. Y no puedes evitar una sonrisa. Se presupone que los pulmones de un fumador no estarán para nuevos usos, pero quizá el resto de órganos puedan tener un pase cuando la parca decida cortar el hilo que nos mantiene en este mundo. La iniciativa está entre la genialidad y la guasa.: "Ya que pones todo de tu parte para morir, puedes salvar a otro", podrían recordar al fumador. Es como si una empresa de servicios funerarios repartiese folletos publicitarios en las urgencias hospitalarias con el lema "estamos a tu lado en el momento que más nos necesitas".

Menos mal que el Hospital Universitario de A Coruña es líder estatal en trasplantes de órganos, una de las fortalezas de Galicia desde hace más de un cuarto de siglo. Es una tranquilidad contar con los mejores médicos cerca, pero los facultativos gallegos se han cansado de la negativa del Sergas a negociar la carrera profesional, como se comprometió el presidente Feijóo durante el inicio de su primera legislatura. La coalición de sindicatos médicos profesionales CESM-Galicia y O'Mega anunció una huelga del personal facultativo los días 2 y 3 de noviembre, que pasaría a ser indefinida el 4 de diciembre si la Consellería de Sanidade persiste en el error de no favorecer su promoción. Y esto no es humo, son vidas. 

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