De guante blanco o de guante negro; con mocasines, tacones, zapatones, o botas de fútbol. Aquí manga casi todo quisque, pero como hay que hablar bien de la tierra, como repite el presidente Mariano Rajoy cuando salta un nuevo escándalo, diremos que en este gran país el robo funciona muy bien. Estamos en una situación muy favorable para que, si nos aplicamos concienzudamente, en un tris haya más presuntos delincuentes que personas sin sospecha.
La decencia incluso sí puede acabar siendo sospechosa o un comportamiento de pringados, entre los que se incluye este chófer de anécdotas, que se pasa el día buscando un tema para rellenar el folio en vez de dedicar el tiempo a trazar un plan para apropiarse de lo que no es suyo. Y no debe de resultar muy difícil porque las agencias señalan que el Servicio de Vigilancia Aduanera ha denunciado ante la Policía Nacional el robo de medio millar de cartuchos de munición y numeroso material informático de su sede en Marín durante el pasado fin de semana. Que ya le roben a los que vigilan demuestra la pujanza y la osadía del sector.
Sigamos con lo que cuentan las agencias del día. "La Guardia Civil detuvo a cuatro vecinos de Noia de edades comprendidas entre los 20 y 25 años como presuntos autores de catorce delitos en viviendas, bares y locales comerciales de la comarca de O Barbanza". Para forzar el acceso, los tipos empleaban las herramientas y los pasamontañas previamente mangados en un bricobazar de Porto do Son.
Parece insuperable, pero hay más. "En Pontevedra, la Policía Nacional arrestó a otros cinco jóvenes, entre los 19 y 27 años, como presuntos autores de 45 robos con fuerza en varios establecimientos comerciales y de hostelería de la ciudad y zonas limítrofes". Todos tenían antecedentes policiales pero continuaban en el negocio y quizá mañana estén en la calle para volver a las andadas. Y que nadie venga con la gaita de que lo han hecho para comer. Un marqués como Villar Mir ha sido imputado por el juez Velasco por el caso Lezo con otras 52 personas y la Guardia Civil ve indicios de delito de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, por unas adjudicaciones a Arturo Fernández. Y lo que no se descubre...
