Opinión

Elogio a Mourinho

Y se preguntarán qué pinta Mourinho en esta columna de cada día que suele versar sobre esta tierra de aristas y de artistas. Pues también este chófer de anécdotas se lo pregunta, pero entre hablar de Beiras, de Feijóo, de Besteiro o de Vence, la verdad es que a uno le seduce más el lío que ha preparado La Región con una entrevista a la contraria de Benítez en la que rajó sobre el técnico portugués que de lo que pasa en el mundillo político. El día que el Dépor tuvo la oportunidad de meterse en la final de la Champions, en el videomarcador de Riazor apareció un tipo con un mesaje lapidario: "Os veo muy creciditos". Y tenía razón. El Dépor de Irureta, un entrenador que obligaba a su once a saltar al campo con paraguas en un día de sol, como lo definió y resumió brillantemente César Casal, se quedó a un paso de la gloria porque no fue capaz de atreverse a soñar en grande. El mejor equipo del momento se quedó en los huesos por un entrenador amarrica que no tuvo arrestos de jugar con Djalminha. 

La señora de Benítez, quizá por impericia, pecó de bisoñez o de inexperiencia en las páginas de este periódico. Cuando le zoupas a alguien hay que ser preciso. Y más si es Mourinho. Al día siguiente ya estaba la gresca montada. Mourinho, otra vez, vuelve a tener razón cuando le detalla en línea recta los técnicos que cogieron a los respectivos equipos que después entrenó Benítez. El portugués ha demostrado que en el cuerpo a cuerpo dialéctico es insuperable. La mujer de Benítez tendría que estar más preocupada de la dieta de su marido que de largar de fútbol, como bien apuntó José, porque igual sabe algo del 4-4-2 pero poco o nada del fuera de juego. 

Hay tipos que son insoportables pero también imprescindibles. Y uno de ellos es Mourinho. Si en vez de tener a Arsenios e Iruretas en Riazor, hubiésemos contado con Mourinhos, el Dépor no sólo tendría una Liga y dos Copas del Rey, sino muchos títulos más.

Si se trata de atizar a alguien tienes que saber más de él que él mismo o sino lo mejor es callarse. Y el currículum del tal Mourinho, por el momento, sobrepasa en mucho al de Rafa Benítez. Y ya se sabe que el fútbol no es cuestión de vida o muerte, sino algo mucho más serio, como decía Bill Shankly.  

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