Opinión

Ese beso pendiente

Entonces, ¿sigues sin querer darme un beso?", preguntó antes de que la devolviesen a la residencia en el último permiso para salir a darse un garbeo con la familia. "Claro que quiero y te comería a besos, pero no puedo porque podría contagiarte y tú contagiarías a los compañeros en la residencia, pero queda pendiente ese beso y todos los abrazos que te debo", intentó consolarla la hija. La mujer aceptó la disculpa con resignación. "Mejor eso que nos vuelvan a encerrar porque he visto en la tele que la cosa no está bien", añadió en la puerta mientras una auxilar desinfectaba las ruedas de la silla. 

El chófer de anécdotas contemplaba la escena desde la verja del recinto y sólo pudo tirarle un beso entre las rejas para despedir a la suegra. Días después las visitas quedaron limitadas a una persona por residente durante una hora al día y extremando unas medidas de prevención que ya eran rigurosas. 

Madre tampoco comprende que un hijo tan besucón lleve desde mediados de marzo sin arrimar los labios a sus mejillas y ni siquiera se desenmascare para propinar un abrazo apresurado. Es difícil de explicar que pueda acudir a la misa de la mañana y dar un paseo por la tarde pero le niegan el calor de un pecho que amamantó. Al menos está en condiciones físicas para no necesitar asistencia especializada por lo que el confimaniento ha sido más llevadero, pero también apunta los besos pendientes.

Cargar la tecla contra las residencias por los casos de covid-19 es tan fácil como tramposo. En las que tocó recorrer para elegir alojamiento cuando no quedó más remedio por el deterioro motriz la impresión fue buena. Hay miradas que no engañan como la de un niño o un anciano. Y si los abuelos están contentos y atendidos cuando llegas de visita por sorpresa, quiere decir que no se ahorra ni en cariño ni en esfuerzo, aunque en algunos casos falten manos. En el telediario pasaron unas imágenes de la residencia de O Incio en la que 57 ancianos –dos fallecidos– y ocho trabajadores han dado positivo. Dio la sensación de que se trata de un centro en buenas condiciones. En una pandemia es más conveniente buscar soluciones que perder el tiempo con la culpa para que todos puedan saldar la deuda de besos.

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