Opinión

Eslovaquia juega en casa

Igual me quedo 30 días más aunque nos eliminen. Es la mejor concentración de mi vida”, comentó Luis Enrique antes de que España se juegue la clasificación contra Eslovaquia. Está bien que alguien disfrute del buen rollito porque para la afición está siendo la peor Eurocopa de su vida de largo, incluso más lamentable que la de Suecia en 1992, la última en la que la selección no se clasificó. No escuece lo que no se puede alcanzar y es mejor quedarse que después hacer el ridículo. La tarde de San Juan puede abrasar a una generación que tendría que cocinarse a fuego lento, pero Luis Enrique decidió usar leña verde y, de momento, todo es humo.

Hay tipos con facilidad para enredarse sin hilo. Le preguntaron al seleccionador si presentará su dimisión en caso de no pasar de ronda. “¿Estás de broma? Pienso en renovar”, respondió. Al poco tiempo llegó un mensaje del cineasta vigués que no quiere salir en los créditos con una captura de pantalla en la que aparecía la sobrada de Lucho: “Nunca pensé en decir esto, pero definitivamente quiero que nos elimine Eslovaquia”. Se anuncia un revolcón en el once, pero como se guarda como el misterio de Fátima y el seleccionador despeja cualquier pregunta de uña para decidir lo contrario a lo que haría cualquier aficionado en su papel, el debate se ha centrado en las consideraciones de Rafael Van der Vaar, exfutbolista holandés del Real Madrid y del Betis, sobre el juego de España: “Es horrible, lo único que hacen es pasarla de un lado a otro. Espero que juguemos contra ellos”. La verdad escuece más que la ausencia en una Eurocopa. La caída de las palabras lanzadas al aire es incontrolable. Igual hay que agradecerle al holandés de corazón gaditano el aguijonazo. 

   Eslovaquia juega de local por el caprichoso diseño de la competición, pero en La Cartuja se sentirá como en casa gracias a los genios que eligieron esta sede para sustituir a San Mamés. El aliento de la hinchada llega manso al campo tras cruzar la pista de atletismo, también el murmullo en caso de que el gol se atasque. Si sale tarde de sopapo, Lucho podrá seguir concentrado 30 días más en las Rozas; la afición que aún queda se habrá marchado. 

Te puede interesar