Mientras Alfonso Rueda confirmaba en Vigo el protagonismo de Alberto Núñez Feijóo en el acto de presentación de los candidatos populares a las alcaldías gallegas que se celebrará el sábado en el multiusos Fontes do Sar de Santiago, Pedro Puy explicaba en la rueda de prensa sobre asuntos de actualidad que propina cada lunes en el Parlamento que prevé una campaña marcada por “un tono más nacional”, como el calentamiento para afrontar las generales. Las coincidencias en política no son casuales, casi siempre responden a la estrategia del partido y más si trata del presidente del PPdeG y del portavoz parlamentario y coordinador del programa electoral.
Feijóo sigue en cartel, como cuando se difundía que se presentaba en los 313 concellos recordando a Fraga, entonces líder nacional de AP, que se situaba con Fernández Albor en la inolvidable propaganda de 1981 por el lema: “Galego coma ti”. Elevar el plano de las elecciones locales al debate gordo del Estado podría salirle bien al PP gallego, como cuando el mapa estatal se tiñó de azul, también en Galicia, en las municipales de 2011 con el Gobierno de Zapatero lastrado por haber minusvalorado la crisis financiera. Pedro Sánchez no es Zapatero ni el momento económico es tan chungo como en aquellos momentos.
Pedro Puy dijo desconocer la implicación presencial del líder nacional de su partido en la campaña gallega, aunque “ayudará en todo lo que pueda”. Alfonso Rueda afrontará sus primeras elecciones al frente del PPdeG con el comodín de Feijóo. La pillería es bárbara aunque le haya salido sin pretender. En caso de recuperar alguna de las siete grandes ciudades, mantener la Diputación de Ourense y volver a la de A Coruña, Lugo o Pontevedra, querrá decir que las encuestas no fallan salvo la del CIS y Feijóo estará más cerca de llegar a La Moncloa y Rueda de repetir en la Xunta. Hasta podría emular el cartel de Fraga y Albor en las elecciones gallegas, con el respaldo de Feijóo en el papel de presidente del Gobierno. Pero en el supuesto de que el PP se meta el sopapo y no cumpla con las expectativas en grandes plazas del Estado como Madrid y Valencia o en las doce autonomías en disputa, Rueda tendrá tiempo para marcar distancia.
