Opinión

Galicia, Ana Obregón y el emérito: festa

Nada más conocerse la intención del rey emérito de regresar a Sanxenxo este mes de abril para darse un garbeo en el Bribón por las Rías Baixas, el presidente de la Xunta se apresuró a comentar que Galicia está encantada de soportar la real carga por la promoción turística que supone la visita. Alfonso Rueda no calibró que su bendición podría molestar a Felipe VI, el monarca que ahora ciñe la corona y al que su padre debe obediencia, por una presencia inoportuna y más en época electoral. Mientras el presidente de la Xunta estira la alfombra, los amigos del emérito se la retiran, según publicó “El Mundo”, para intentar convencerlo de que no haga otra vez al canelo y deje de perjudicar a la institución. Si se trae al bullas de Froilán y por el camino recoge a la influencer Victoria Federica, coronaría el cuadro de la degradación dinástica. La profesionalidad de Letizia, la reina plebeya, contrasta con la inconsciencia de los nietos de la primogénita del emérito que disfrutan de privilegios sin medir las consecuencias. Quizá hasta Froilán esté agradecido de que su madre no fuese la heredera al trono al ver que a su prima, la princesa Leonor, la obligan a pasar tres años de mili para un día reinar, si es que le toca. Otro despropósito rancio.

Rueda tampoco midió el alcance del agrado de la visita de Juan Carlos entre los gallegos, a no ser que cuente con una encuesta que se nos escapa. Apropiarse del sentimiento de Galicia es habitual en política. El presidente de la Xunta al menos cuenta con el aval de la mayoría absoluta en el Parlamento, rodillo que le sirve para pasar de una declaración institucional contra los vientres de alquiler impulsada por el BNG. La diputada nacionalista Olalla Rodil se quejó de que no haber tenido respuesta en ocho días y después de tres llamadas al PPdeG cuando “la mayoría de los gallegos está en contra de la práctica”. Quizá tenga también encuestas que desconocemos. Chirría el repentino interés por los vientres de alquiler cuando en España no es legal comprar niños. Anita “fantástica” Obregón ha aventado un tema espinoso al que no se le prestó tanta atención cuando los progenitores eran del colectivo homosexual. Tiene razón el PPdeG al responder que no se pueden hacer propuestas al albur del “Hola”, aunque Feijóo se sumó a estudiarlo tras la portada. 

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