Opinión

Galicia anda a la sopa, Rajoy reparte sopapos

No queda más remedio que envainar el argumento 'prezado compañeiro'. Casi siempre tiene usted razón. Casi. La discusión principió anteayer cuando un teletipo contó que el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, no tenía ni pajolera idea de si Mariano Rajoy iba a mencionar a su tierra durante el Debate del estado de la Nación. La lógica decía que Galicia no aparecería en la tribuna de oradores hasta que al presidente del Gobierno le tocase responder a la diputada del BNG Olaia Fernández Davila. También había la posibilidad de que Durán i Lleida abandonase por un momento su circunspección coqueta para reprocharle a Mariano Rajoy y a la ministra Ana Pastor el ‘dispendio' por continuar con la obra del AVE que unirá Galicia y Madrid cuando el resto de vías de alta velocidad ferroviaria estén ya fatigadas por el uso.

Durán cumplió con el guión, pero Rajoy no es tan previsible como le achacaban incluso alguno de los que conforman su ristra de corifeos. A veces incluso es indescifrable para la mayor parte del personal, aunque él sí sabe cómo y cuándo hacer qué para conseguir algo sin hacer que se hace o haciendo sin hacer. Sólo hizo falta que Pedro Sánchez, candidato a candidato del PSOE en las próximas elecciones generales, intentase defender la plaza durante su primera intervención con un discurso acerado para que Rajoy se olvidase del triunfalista mitin mañanero y decidiese afilar la réplica. "¿Saben cuánto dedica Galicia a gasto sanitario? El 40 por ciento. ¿Y Murcia? el 40 por ciento", reprochó al líder socialista después de recordarle que Andalucía sólo presupuesta el 30% y que la Sanidad está transferida. "Y luego hablan de recortes, ¡por favor! Una cosa es hablar y otra, dar trigo".
Galicia, aunque compartiendo párrafo con Murcia, irrumpió en el debate antes de lo que alguno habíamos pronosticado y le sirvió a Rajoy para repartir sopapos dialécticos al líder de la oposición. Está bien que el presidente del Gobierno central recurra a lo positivo de su tierra, aunque por aquí también andamos más a sopas que a repartir trigo. Sánchez cree salir fortalecido con una intervención en la que subrayó que es "un político limpio" y Rajoy enseñó su juego duro como nunca. Acabó llamándole "patético". A Galicia volvemos otro día.

Te puede interesar