En una situación de noticias económicas brumosas existen casos empresariales que demuestran que esta tierra no puede perder la esperanza. La centenaria cervecera Hijos de Rivera continúa regalando buenos momentos y no sólo por su rubia excelente como pocas, sino porque sigue abriendo mercado y proyectando la imagen de Galicia. Hace un año, este chófer de anécdotas le preguntó a su consejero delegado, Ignacio Rivera, si tenía pensado entrar en la Fórmula 1 en caso de que el piloto Carlos Sainz Jr. consiguiese un volante. Respondió que confiaba en poder ver cumplido un sueño que por aquel entonces se veía difícil de conquistar. Estrella Galicia 0,0 ya es una marca habitual en el mundial de motos con equipo propio y el apoyo decidido a los campeonísimos hermanos Márquez, pero la próxima temporada también estará presente en el espectáculo de las cuatro ruedas.
Los pilotos de Toro Rosso, Carlos Sainz Jr. y Max Verstappen, lucirán en sus monos el nombre de la firma gallega, al igual que los miembros del equipo. Ignacio Rivera se muestra convencido de que patrocina "a los dos mejores debutantes del mundial". El nombre de Galicia estará en el circuito y será visto por millones de espectadores que podrán situarla en el mapa en caso de que no sepan que esta tierra no es rincón, sino el centro de la autopista del mar.
El patrocinio de Hijos de Rivera llega incluso a la selección española de fútbol a través de Aguas de Cabreiroá, pero tampoco se olvida del deporte gallego, como puede apreciarse en las camisetas de los equipos o en el apoyo al Rally de Ourense. La actividad cultural también sería más pobre si no fuese por los conciertos de música de todos los palos que promueven, como el Ciclo 1906 de Jazz que acaba de presentar.
Una vez al año, el consejero delegado de la compañía convoca un desayuno para compartir con la prensa los resultados del anterior ejercicio, los proyectos de futuro y responder a cualquier tipo de preguntas sin pasar por un filtro previo.
Estrella Galicia lleva más de cien años siendo un ejemplo, desmontando el axioma de que las nuevas generaciones se acomodan y creyendo que desde aquí se puede llegar a todas partes sin necesidad de marcharse. Galicia, siga a esa Estrella.
