Galicia fabrica mujeres y hombres de Estado a esgalla, pero no condiciona el rumbo del Estado desde Galicia. Los que se largan a Madrid añoran la tierra del Atlántico como nécora en el Manzanares, pero se dejan arrastrar por el remolino centralista y se cuidan de que no los acusen de favorecer a la tierra que los amamantó. Se llenan la boca prometiendo el bienestar de “mi país” en vez de aprovechar el cargo y el momento para saldar la deuda histórica con una esquina a la que le destrozaron los ríos para producir energía y le esquilmarán hasta el viento si no reclama lo que corresponde por la contribución al Estado.
Galicia fabrica mujeres y hombres de Estado a esgalla, pero no condiciona el rumbo del Estado desde Galicia
Por no parecer molestos el Estatuto de Autonomía sigue sin actualizarse en una comunidad histórica. Estuvo a punto en 2007 durante el Gobierno bipartito, pero al presidente socialista, Emilio Pérez Touriño, y al entonces líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo, les parecía excesivo el término nación que proponía el vicepresidente nacionalista, Anxo Quintana. El enredo con el término fue la disculpa para no tener que explicar la falta de ganas de las fuerzas de obediencia estatal. Ya con Feijóo en la Xunta, el desarrollo de competencias quedaron en la carpeta de asuntos pendientes durante 13 años. Con Alfonso Rueda, su predecesor, continúan en el mismo cajón, con la contradicción de querer la gestión de la costa pero sin siquiera sopesar una actualización del Estatuto.
Feijóo inicia la del PP el jueves en Os Peares (Ourense), Yolanda Díaz la de Sumar en A Coruña y la coruñesa Nadia Calviño representa la solidez económica del socialista Pedro Sánchez
En la campaña de las generales protagonizada por más gallegos hay guiños sin apuestas: Feijóo inicia la del PP el jueves en Os Peares (Ourense), Yolanda Díaz la de Sumar en A Coruña y la coruñesa Nadia Calviño representa la solidez económica del socialista Pedro Sánchez. Pero el imprescindible Corredor Atlántico para sacar las mercancías hacia Europa sigue sin plan específico. Ni aparece en el debate. Vascos o catalanes envían a sus diputados a sudar en la poza madrileña mientras mantienen el centro de las decisiones que defenderá el grupo parlamentario a remojo del Cantábrico o del Mediterráneo. El BNG liderado por Ana Pontón se agarra a la oportunidad de contar con grupo parlamentario para cambiar la historia. La coalición En Marea prefirió en las generales de 2015 y 2016 no contrariar a Pablo Iglesias y quedar de galle-guiños.
