El viernes a mediodía, justo después de que la grúa secuestrase media docena de coches horas antes estupendamente estacionados, los operarios comenzaron a picar la calle. A las seis de la tarde habían desaparecido las plazas de aparcamiento, los obreros y sólo quedaba un enorme boquete para que el personal lo 'disfrute' durante todo el fin de semana. A nadie se le ha ocurrido, y los obreros no cuentan porque cumplen con lo que les mandan, principiar el lunes para encadenar cinco días consecutivos de trabajo y evitar así molestias innecesarias. Es un ejemplo local de gestión pensada con los pies, pero los despropósitos se repiten en otras instituciones aunque las creamos más elevadas. 

El presidente Feijóo regresó el jueves al tajo tras sus vacaciones navideñas y en la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno pidió disculpas porque las urgencias gallegas se encuentran en una situación de colapso. Argumentó que la gripe y otras circunstancias propician que el sistema sanitario no sea capaz de atender a los pacientes en un tiempo razonable. De la gripe no tiene culpa una Xunta a la que parece sorprender que el personal enferme en invierno por el dichoso virus, como sucede cada año. Pero si el presidente está de vacaciones, aquí no se mueve ni un dedo, no vaya a ser que rompamos algo. Medicina interna, Urgencias y Neumonología del CHOU se encuentran en situación de histeria; los hospitales de Lugo, A Coruña y Vigo también renquean y pacientes de Oncología del Clínico de Santiago tienen que esperar hasta siete horas para recibir duras sesiones de quimioterapia. Podemos echarle la culpa al repunte de la gripe coincidiendo con las vacaciones del mermado personal sanitario, que también es mala suerte, chico. Según un informe de SOS Sanidad Pública, entre 2009 y 2014 la Xunta redujo un 12,3% el presupuesto, cerró 275 camas hospitalarias y amortizó 2.000 puestos de trabajo. Con estos datos no es necesario ser médico ni polítco para encontrar las causas de una situación enfermiza. Que nadie se inquiete. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, le dio ayer la "enhorabuena" a Feijóo "por lo bien que lo estáis haciendo" tras anunciar que la compañía seguirá invirtiendo en Navantia. Una tirita en otro agujero. Es algo.