Opinión

"Lástima que no quieran quedarse"

"El problema es que no quieran quedarse aquí”, comentó un tabernero coruñés al aparecer en la tele las imágenes de los primeros cayucos que comenzaron a llegar a las costas de Canarias en la actual oleada de migración, senegalesa sobre todo. En unos cuantos garitos hay una hucha para echar un una mano a Omar mientras la enfermedad no le permita volver a patear las calles para alimentar a su familia vendiendo mecheros, pulseras y cachivaches de todo tipo. Este ‘senegalego’ se ha ganado el corazón de la peña por su enorme sonrisa, honradez y su inconfundible saludo “hola, hombre blanco, ¿qué quieres hoy?”.

En diez años habrá caravanas de alcaldes de toda España con la intención de convencer a los inmigrantes para que se instalen en sus pueblos

La reflexión del tabernero propició un intenso debate en el abrevadero sobre inmigración, despoblación y baja tasa de natalidad por estos pagos para llegar a la conclusión de que “en diez años habrá caravanas de alcaldes de toda España con la intención de convencer a los inmigrantes para que se instalen en sus pueblos”. Canarias, un ejemplo de solidaridad y manejo de situaciones complicadas como pasó durante la erupción del volcán de La Palma, todavía no estaba al borde del colapso ni el Gobierno central había activado el reparto por las autonomías hasta que se resuelva la petición de asilo, pero en el abrevadero mantienen el criterio. Como Manuel Domínguez, responsable del PP canario y vicepresidente, que pidió “un poco de empatía” a sus compañeros de partido frente a las críticas a los traslados de su líder, Núñez Feijóo, aunque sin llegar a la trapallada alarmista de Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. O a los acostumbrados desvaríos del dirigente de Vox y vicepresidente de Castilla y León, García-Gallardo, preocupado por la “edad militar” de los inmigrantes alojados en Medina del Campo. Foro Galego de Inmigración habla de “racismo institucional”.

 Es “un orgullo” ofrecer mil plazas a gente que ha sobrevivido al Atlántico

La exigencia de información y coordinación al Gobierno central por parte de las comunidades de acogida es razonable, como saber el criterio para enviar a Sanxenxo a la mayoría de los 400 que se instalarán en Galicia durante un mes, según Pedro Blanco, delegado del Gobierno. Para la Asociación Galega de Albergues Privados (Agalber) es “un orgullo” ofrecer mil plazas a gente que ha sobrevivido al Atlántico con el sueño de alcanzar Francia o Bélgica. Llegarán a París, la política seguirá discutiendo.

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