La retranca es una herramienta dialéctica más poderosa que cualquier grito, pero también resulta más difícil de aplicar en el debate político. El histórico nacionalista Xosé Manuel Beiras se quedó unas cuantas veces sin razón en el Parlamento gallego por exponer a voces argumentos que serían irrefutables al pasarlos por el cribo del sentido común. En ocasiones el carácter resulta más difícil de dominar que el piano.
El diputado Julio Torrado, portavoz de Sanidade del PSdeG en la Cámara gallega, provocó ayer una carcajada intencionada al denunciar la desaparición de Núñez Feijóo mientras los positivos por covid-19 se disparan en Galicia, sobre todo en el área de A Coruña. "Hace tres meses salía en televisión más que Gayoso y ahora lo hace menos que la oposición, que ya es llamativo". Seguramente estas palabras, a pesar de la supuesta candidez, agitaron al presidente de la Xunta más que la petición de Ana Pontón, portavoz del BNG, de que declare el estado de emergencia sanitaria y limite la movilidad en A Coruña. Por la tarde la Consellería de Sanidade envió una nota recordando que la emergencia sanitaria "está en vigor en Galicia" por acuerdo del Consello de la Xunta desde el pasado 13 de marzo y siguió gobernando con la tranquilidad que le da los 42 diputados conseguidos en las elecciones del pasado 12 de julio. El recuento de rastreadores, como exigen socialistas y nacionalistas, ya se abordará.
En Vigo, mientras el BNG solicitaba a Abel Caballero un plan de contingencia para afrontar la segunda ola de la pandemia, el alcalde, también absoluto, andaba entretenido en anunciar el inicio de los trabajos para instalar el alumbrado navideño. Con Pedro Sánchez de vacaciones y con Pablo Iglesias abandonando las suyas tras el acoso sometido en Asturias por un "jarabe democrático" indecente para cualquier persona, independientemente de la siglas que defienda, el Gobierno central tampoco parece tener prisa para abordar el asunto más crucial al que en estos momentos se enfrenta una sociedad en pandemia: el regreso de los cativos a las clases. El Gobierno sitúa para finales de agosto o principios de septiembre la Conferencia de Presidentes sobre el tema. O hay dejadez o saben que en septiembre volverá la cruz del confinamiento sin remedio.
