Opinión

Lugo, primer plato, segundo y postre

Hasta hace no mucho, Lugo era una provincia tranquila que difícilmente mojaba en un informativo. 'E para comer Lugo', recordaban el antiguo lema los veteranos del pueblo cuando se enredaban en la lumbre con las batallitas de la mili y el hambre. A Lugo se iba después, y se sigue yendo, a estudiar veterinaria o alguna carrera relacionada con el rural. Era un remanso de tranquilidad. Incluso la desaparecida compañía de telefonía Airtel se sirvió de la ciudad para vender un plan de facturación provincial con aquel celebérrimo anuncio cuyo taxista te cobraba "10.000" tanto si el viaje era a Lugo o a la siguiente esquina. El publicista que ideó la campaña pudo elegir Zamora, Teruel o Huesca. Pero no, se decantó por Lugo quizá por parecerle el territorio más exótico del Estado.

En marzo de 1995 pareció que a la ciudad amurallada le caía una pedrea mediática al ser agasajada la infanta Elena con el título de duquesa de Lugo. Y ya cuando la hija del rey Juan Carlos I decidió bautizar a su primer retoño con Froilán, patrón de la ciudad, como tercer nombre fue el jolgorio que la situaron en todas las peluquerías o clínicas dentales. Páginas y páginas en las revistas del 'cuore', aunque por aquel entonces todavía no se sabía que la criatura iba a salir traviesa como un grano desafortunado. El premio gordo para la promoción turística le cayó en el año 2000 al recibir la muralla romana la consideración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Fue una distinción acertada hacia una tierra que supo mantener en pie su historia.

Si se da por válido que lo mejor es que hablen de uno aunque no sea del todo bien, Lugo ha emprendido una desenfrenada carrera hacia el éxito en los medios de comunicación. Los enredos judiciales, algunos incluso salpican por el momento al exalcalde de la ciudad o al líder de los socialistas gallegos, o el jaleo que se traen en el partido de la rosa al suspender temporalmente de militancia a Manuel Martínez, alcalde de Becerreá, por hacerle la puñeta en la Diputación dando primero la presidencia al PP, permitiendo después la recuperación del trono y ahora volando por libre como una gaviota, sitúan a Lugo casi a diario en la diana informativa. A veces hasta parece que se trata de una concienzuda promoción.

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