Opinión

La memoria del PP gallego

Pasó desapercibido, pero el 17 de agosto de 2022 el PPdeG dio un paso iniciático para distanciarse de la dictadura de Franco y acercarse a la sensibilidad de la mayor parte de la sociedad actual. La Xunta asistió por primera vez al homenaje del maestro ourensano e intelectual galeguista Alexandre Bóveda, fusilado en 1936 por los sublevados en A Caeira (Poio, Pontevedra). El PPdeG había gobernado Galicia 33 años. Tanto Gerardo Fernández Albor, presidió la Xunta cinco, como Manuel Fraga, residió en Monte Pío 15, eran prisioneros de su época. El doctor Albor había recibido lecciones de vuelo en la Lutfwalfe de Hitler, el ciclón de Vilalba había estado sentado en el Consejo de Ministros de Francisco Franco. Alberto Núñez Feijóo no consideró oportuno durante los 13 años que ocupó San Caetano un gesto con uno de los intelectuales con más pegada, impulsor del Partido Galeguista y piedra angular del Estatuto de Autonomía de 1936.

La Xunta asistió por primera vez al homenaje del maestro ourensano e intelectual galeguista Alexandre Bóveda, fusilado en 1936 por los sublevados en A Caeira (Poio, Pontevedra).

En tres meses en la presidencia de la Xunta tras suceder a Feijóo, Alfonso Rueda cambió el rumbo. No asistió al homenaje, pero envió o consintió la presencia del secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, que se personó en el cementerio de San Amaro con una corona de la Xunta el Día da Galiza Mártir, instituido por Castelao para representar a todos los represaliados en la figura de Bóveda.

“O pecado de Bóveda foi o galeguismo, un bendito credo que profesan a inmensa maioría dos presentes no acto”, afirmó Santalices.

Puede que también pase desapercibido o no se le preste la importancia que merece, pero un día después de que Feijóo, como líder del PP nacional, verbalizase en una entrevista en Onda Cero su intención de derogar la Ley de Memoria Democrática si llega a la Moncloa, el Parlamento de Galicia con su presidente a la cabeza, el popular Miguel Santalices, homenajeó a Alexandre Bóveda y a las víctimas del franquismo en un acto en el que participó Amalia, la hija del maestro fusilado, además de asociaciones y fundaciones que sostienen la memoria. “O pecado de Bóveda foi o galeguismo, un bendito credo que profesan a inmensa maioría dos presentes no acto”, afirmó Santalices. La reconciliación es buena para la convivencia en Galicia, también la independencia del PPdeG, en caso de mantenerse, respecto a Génova tanto si hay que pedirle cuentas a Sánchez como a Feijóo.  

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