Macarena Olona actuó el jueves en el programa “La noche en 24 horas” de TVE, que dirige y presenta el sagaz periodista pontevedrés Xabier Fortes, para anunciar que el proyecto político que se le apareció en el Camino de Santiago, tras la costalada electoral en Andalucía y el desgarro con la dirección de Vox, se presenta a las elecciones generales del 23 de julio. Caminando Juntos se llama la criatura recién alumbrada por la que fue la lengua más afilada de la ultraderecha en el Congreso con un programa de marcado carácter social.
A pesar de que el previsible respaldo electoral no justifique el espacio ocupado en la tele pública, ni la mención en un folio irrelevante como éste, por la sinopsis del proyecto esbozado por la directora de la peli se espera una comedia. La conversión de Olona ha sido tan profunda que dio la impresión de querer enrolarse en Sumar, coalición que lidera Yolanda Díaz, en vez de intentar rascarle votos a la formación que la catapultó de la Abogacía del Estado a la política estatal. Olona hasta se mostró partidaria a someter a la Corona a un referéndum y no despejó la duda de si apoyaría al bloque de la izquierda en el caso improbable de ser llave para la gobernabilidad del Estado. Un par de minutos más en cámara y acaba pegando la consulta en Cataluña para ahorrar costes.
Al apóstol de la ultraderecha Santiago Abascal le habrá costado mantenerse en la peana de la carcajada. Olona concurrirá sólo en las circunscripciones con opciones de escaño, Galicia quizá se la pierda, pero la aventura se quedará en unas tapas por Granada, donde encabezará la lista, con Jordi Évole, según se jugó en una doble sobreactuación en “Salvados” y le recordó el presentador.
La figura de Macarena ceba el morbo y quizá engorde la audiencia pero no quita un voto en una militancia tan ideológica como la de Vox. “Los abogados del Estado no valen en política. Se aprendieron el temario, lo vomitaron en unas oposiciones, impresionan al principio con el artificio hasta que se les acaba la mecha”, sostiene un consultor político.
Para ser un fenómeno en este negocio hay que pasar por la cantera de los partidos como Sánchez, Yolanda Díaz, Ana Pontón o el mismo Abascal.
