"Espera que te vas a sentir como Sergio Ramos levantando la Champions", comentó Jota mientras salía disparado hacia el almacén del Celme, un garito en el que la contraseña de la wifi son los títulos ganados por el Real Madrid. Regresó al minuto con una réplica exacta del trofeo que todo futbolista sueña con levantar. "Si hasta parece que pesa ocho kilos y medio como la original", comentó un cliente tras fotografiarse con La Orejona. Claro que ésta es de plata y sólo el valor del metal ronda los 4.500 euros, y la réplica realizada en fibra la hicieron en China por 400 euros.
Cuando el equipo blanco ganó la undécima Liga de Campeones en la tanda de penaltis contra el Atlético de Madrid en San Siro, Jota pensó que una gesta de esas características merecía un reproducción de la copa para presidir las reuniones de la Xuntanza Madritista de Vimianzo. La búsqueda por la red lo llevó hasta un taller de China, ya que encargarla en el Reino Unido le salía más caro, y al mes recibió el esperado pedido.
La noticia de la réplica de La Orejona se propagó entre las peñas madridistas de Galicia y comenzaron a llegar solicitudes para exhibir el trofeo. "Le pusimos un alquiler entre 30 y 50 euros y la dejamos entre tres y cinco días para que todos los aficionados puedan disfrutarla con calma", comentó el padre de la idea. El trofeo acaba de regresar de A Estrada, donde hay una peña blanca muy potente y organizada, y también ha paseado ya por los concellos de Carballo, Muxía, Cerceda y Camariñas. A un deportivista impenitente le cuesta creer que en esta tierra haya peña tan madridista como Manuel Baltar, pero hay que reconocer con sana deportividad la pasión que desata y la seducción de una copa que "puede que no sea una obra de arte, pero todo el mundo del fútbol está deseando poner sus manos sobre ella”, según Jürg Stadelmann, su creador. En Carnés, una parroquia de Vimianzo, no quisieron ser menos y pidieron su réplica al mismo taller, con lo que en la Costa da Morte hay dos orejonas. Puede ser el germen de un negocio tan redondo como una pelota. "Si recorres las fiestas cobrando por foto, con la opción de la bandera del Madrid o del Barça, te forras", sentenció Jota. El centro es bueno.
