Opinión

Orozco cayó en la marmita

Al terminar el último congreso del PPdeG que volvió a entronizar en Lugo a Alberto Núñez Feijóo como líder del partido, la cortesía hizo que este chófer de anécdotas le prometiese al siempre educado y encantador Jaime Castiñeira que asistiría a su toma de posesión en el caso de que consiguiese llegar a la alcaldía de la ciudad amurallada.

El candidato de los populares lucenses se mostraba convencido de sus opciones para doblegar al orondo Xosé Clemente López Orozco. Las imputaciones de la juez Pilar de  Lara al alcalde socialista, a pesar de definirse como un "home boísimo", o la inacabable  y esperpéntica huelga del servicio de recogida de basuras hicieron creer a alguien que no vive al minuto la ciudad que tendría que envainársela ante el entusiasta pronóstico de Castiñeira y cumplir con la palabra dada.

El estado de descomposición del PSOE también ayudó a incrementar la creencia de que el líder de los populares lucenses sólo tenía que rematar a puerta vacía sin despeinarse. Pero el último informe de Vigilancia Aduanera ha concluido que no se ha producido "un incremento injustificado" en el patrimonio de Orozco frente a la insistencia de los populares al apreciar indicios de sobornos. Parece, como Obelix, que el socialista ha caído en la marmita de la potra. Además, la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, cometió la torpeza política de confirmar, a menos de cien días de las elecciones y delante del propio Castiñeira, que el HULA sólo atiende a infartados de ocho de la mañana a tres de la tarde, ya que no implementará el servicio de hemodinámica las 24 horas. La Federación de Asociaciones de Vecinos celebrará una gran protesta a tres días de la elecciones. Pinta que este chófer de anécdotas se ahorrará el viaje si no cambian las cosas.

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