Una política puede resultar ingrata o muy agradecida. Hasta puede darse el caso de que te pases la vida sin pegar sello para llevar una nómina respetable a casa. En la grada de grandes agitadores de la política gallega ha entrado a codazos Manuel Martínez, con permiso de Manuel Baltar, siempre en primera línea de fuego informativo.
El alcalde de Becerreá promete unos meses de espectáculo político porque no consiente que su partido le quisiese "hacer un Orozco" en la Diputación de Lugo y, aunque tenga razón en lo personal, sólo le queda el camino de alistarse en la filas del PP. Como independiente el único despacho que podrá seguir ocupando en el futuro será el de la alcaldía de su pueblo. Predicará durante unos meses contra el BNG y la traición que le ha hecho el PSdeG, pero el personal se irá acostumbrando a que vote con las filas del PP como ya se ha hecho a que Orozco no esté en el Concello de Lugo.
Los grandes partidos políticos se mueven como multinacionales. Si levantas la mano y la bajas cuando te dicen y tienes un poco de paciencia, puede que en vez de un 'Orozco' te caiga un 'Moreda' y sigas chupando sin necesidad de ganar unas elecciones.
A Salvador Fernández Moreda, expresidente de la Diputación de A Coruña en dos mandatos distintos; exconcejal de Urbanismo de Paco Vázquez, exdiputado en cinco legislaturas y exvicepresidente del consejo de administración de Caixa Galicia, le acaba de caer una pedrea cuando todo el mundo hablaba de él en pasado. De 62 años y militante más antiguo de la Agrupación Socialista Coruñesa, Salvador Fernández Moreda se embolsará 61.000 euros al año por asesorar a la Valedora do Pobo. Se presupone que su fichaje ha sido un asunto 'preferente'.
