Opinión

Pista en Tokio hacia el récord de Florence Griffith

“La pista es brutal a pesar de no haber público”, comentó la gallega Ana Peleteiro poco después de brincar 14.62 metros, su mejor registro al aire libre, hasta la final de triple salto. Brutales también resultaron las zancadas que estrenaron el tartán de los Juegos de Tokio. La primera serie de 3.000 metros obstáculos es la eliminatoria más rápida de la historia: 8:09.83 firmó el etíope Lamecha Girma, 8:09.83 el japonés de 19 años Miura y 8:10.80 el keniano Kigen.

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Las gradas del Estadio Olímpico suenan a vacío por el protocolo anticovid, pero los atletas sienten el aliento desde la distancia. “Gracias a todos los que nos han visto, que no son horas, pero cuando te enfoca la cámara sabes que hay tanta gente detrás”. Natalia Romero acababa de clasificarse para la semifinal de 800 metros con 2:01.16, su mejor marca personal. Eran las cuatro de la madrugada en esta esquina del globo pero la noche toledana salía a cuenta por lo que estaba ocurriendo en una pista de vértigo. Cada atleta de la delegación española agradeció la atención prestada sin importar su suerte en pista. Como para no verlo.

Por lo que han corrido en la clasificación de los 100 metros lisos femeninos, algo impensable como batir la plusmarca de Florence Griffith Joyner, vigente desde el 10 de junio de 1988, podría suceder. Las jamaicanas Elaine Thompson-Herah y Shelly-Ann Fraser-Pryce (la gran favorita y la primera atleta que podría ganar tres oros en la misma prueba) se impusieron en sus series con 10.82 y 10.84 respectivamente, como marfileña Marie-Josée Ta Lou con un 10.78 que igualó el récord de África con brisa en contra. Las tres se dejaron ir o tiraron de freno para economizar energía.

Fue una lástima la eliminación de lanzadora de peso mugardesa Belén Toimil porque llegó con brazo de final. El etíope Barega se colgó el primer oro de los Juegos al imponerse en los 10.000 metros (27:43.22) a los ugandeses Cheptegei y Kiplino, carrera en la que Carlos Mayo terminó decimotercero (28:04.71) y ya piensa en los 5.000 metros. En Tokio, 33 años después, una plusmarca que parecía imbatible podría caer. Hay pista de récord.

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