Quizá por bisoñez o por miedo a no ser capaz de nadar sin flotador institucional, José Ramón Gómez Besteiro, secretario xeral de los socialistas gallegos y probable candidato a la Xunta, se ha puesto a tiro del PPdeG sin pedírselo.
A unos meses de las Generales en las que te puedes situar en el puesto de salida que te salga del flequillo, no puedes ponerle la carita a Núñez Feijóo y a Alfonso Rueda. No acostumbran a fallar ni a dudar. Días antes de las elecciones en las que Gómez Besteiro dejaría de ser presidente de la Diputación de Lugo, un dirigente socialista comentó con incredulidad que le había llegado el rumor de que sustituiría en el Senado por designación autonómica a Paula Fernández, exalcaldesa obediente de Silleda colocada por Pachi Vázquez. De ser cierto, opinaba que su líder acabaría reconsiderando la decisión porque no es necesario regalarle la soga al verdugo y muy difícil de explicar el movimiento aunque se tengan buenas razones.
Pasado el 24-M, populares y socialistas apalabraron en la Cámara gallega sin consultar al resto de fuerzas políticas la designación de Besteiro e intentar un arreglo en el cambalache institucional del Valedor, el Consello de Contas o el Consello de la CRTVG. Y ya cuando en la agenda estaba un pleno extraordinario para designar nuevo senador autonómico, los populares vetan el nombramiento del secretario xeral de los socialistas por proponer a Xaquín Fernández Leiceaga para el Consello de Contas. Y Besteiro, sin silla y en medio del baile.
Ahora que se cumplen diez años de la llegada del bipartito a la Xunta de Galicia, a Alfonso Rueda le llegó durante la campaña de 2009 el elevado coste de unas sillas la Xunta que encargó Pérez Touriño, justo sería decir que fue Méndez Romeu, y no soltó el precio hasta que se acabó sentando Núñez Feijóo. Que si el coste del coche blindado, que si la Xunta era un "sultanato"... A un año de los comicios gallegos los socialistas le han entregado a los populares un sillón para dar estopa con comodidad hasta el día de las elecciones. Fernández Leiceaga regresa a la arena política, Arenas es el cambio... En Dinamarca dimite la primera ministra, Helle Thorning-Schmidt, y renuncia a liderar el Partido Socialdemócrata a pesar de ser la fuerza más votada.
