Zapato Veloz, un grupo de cuestionable calidad musical, cantaba que había un gallego en la Luna. La letra disparatada en la que un ferrolano llegaba al satélite para "calentar a las marcianas" y "para que votaran a Fraga" fue un éxito en el planeta verbena. Siempre hay un gallego en cualquier lugar en el que se esté cocinando la historia. El capellán del papa es gallego, la asistenta de John Lennon era gallega, el mayordomo del presidente estadounidense Richard Nixon era gallego...
Y también es gallego Alberto Pardo, un tipo que pasará a la historia como el más tonto que ha dado esta tierra de aristas y también de muchos artistas. Si abrimos la mano geográfica hasta puede coronarse como un memo universal.
Por el tal Alberto Pardo pasamos momentos de duelo porque durante unas cinco horas fue dado por muerto en los asesinatos de París al aparecer su documentación en la sala de fiestas Bataclan. Y el rapaz, en vez de agradecer al destino no estar en la lista y encontrarse en Estrasburgo en vez de en el lugar de la macabra matanza, va y se despacha en Facebook con un desmentido que lo dejan como una persona de neurona floja. "Buff, que impresión tener que desmentir su propia muerte, he pensado en alguna broma que marcara el momento para siempre, pero creo que quitaros la sensación de mierda lo antes posible era prioritario. Pero he dejado pasar la oportunidad de hacer una buena broma".
Mientras él colgaba una foto en la que parodiaba a un muerto viviente, un centenar largo de familias lloraban amargamente a sus desaparecidos. El periodista de la voz de pito dijo una vez cuando un aficionado al ciclismo lo insultaba llamándole "cabrón" durante una etapa de la Vuelta a España en Salamanca: "Cuando llegas a un pueblo, siempre te encuentras con con un campanario y con un tonto. El tonto lo tengo delante".
Pues nosotros nos hemos encontrado en Francia con un gallego de una frivolidad pasmosa que trata un asunto tan delicado como el asesinato de 120 almas con un tono que nada tiene que ver con la retranca, por gigantesco que haya sido el error de darlo por muerto. Sí, nació aquí, en Pontevedra, pero vive en la Luna o casi.
