Opinión

Rica tacañería

Un documental descubre que Ingvar Kamprad, fundador de la multinacional sueca Ikea, viste siempre ropa de segunda mano adquirida en mercadillos, rebusca en las estanterías del supermercado hasta conseguir los yogures que están a punto de caducar o aprovecha algún viaje a países en desarrollo para raparse el pelo a un precio razonable. Multimillonario y con 89 años, Ingvar no tendrá problemas para pagar el recibo de la luz, como tampoco su descendencia durante varias generaciones aunque no volviesen a mover un palo o a hacer un mueble, pero confiesa que le parece intolerable que se desperdicien alimentos y utensilios que todavía pueden ser consumidos o tener uso sin problemas para la salud. ¿Tacañería o responsabilidad?

La fallecida multimillonaria Rosalía Mera también tenía fama de rácana pero le importaba un rábano. Reconocía sin rubor que regateaba en la plaza y que casi todo le parecía caro. Cuando tenía que subirse a un avión se sentaba en clase turista y a mitad de vuelo sacaba el bocadillo del bolso para evitar el rejonazo a la cartera que te propinan por cualquier consumición tanto en el aire como en los establecimientos de un aeropuerto.

La fundadora de Inditex también introducía a escondidas en el cine su botella de agua para no tener que pagar más por lo mismo. Los vigilantes de la sala conocían la treta y bromeaban entre ellos porque la mujer más rica de España se comportaba como el resto del personal. Nunca se atrevieron a afearle el comportamiento. Golf descapotable blanco que pilotó durante años siguió, quizá siga, prestando servicio tanto en el vivero de empresas Mans como en la Fundación Paideia. Ingvar Kamprad condujo hasta hace poco un Volvo 240 que adquirió en 1993. Es uno de los hombres más adinerados del mundo, pero aprovecha los folios usados con una cara en blanco porque "malgastar recursos es un pecado mortal" e incluso se lleva la sal y la pimienta de los establecimientos.

Ni Rosalía ni Ingvar, en cambio, tacañearon con el tiempo que dedicaron a intentar que el mundo sea un poco mejor. Pobres ricos, quizá piense alguno de esos golfos ostentosos gracias a las mordidas y a la corrupción de cada día. Pobres pobres.

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