Opinión

Una sociedad de barro, o de mierda

Somos una sociedad de barro, o de mierda, según la interpretación de cada uno. Como somos tan gilipollas que compramos todoterrenos para conducir en ciudad, ya nos venden en el concesionario barro de excelente calidad para tunear el coche. No hace falta ir a la montaña, te bajas al garaje en chándal y le das una capita al bicho y después lo sacas hasta la esquina para fardar delante de los amigotes.

De barro se hizo el hombre, dicen los textos sagrados, aunque viendo su evolución a nadie debería parecerle mal si venimos de un excremento, divino o no.

Nunca el ser humano tuvo tanta información a su disposición, pero en la tele triunfa un cantante entrevistando durante dos horas y media a un futbolista. Picamos como moscas.

El programa Informe Semanal, una delicia que sabaneaba la actualidad cada siete días, ahora lo despachan en media hora. Quieren que no sepamos o no queremos saber. Todo es verdad y todo es mentira. Un cantante que no canta, un portero que no para y un todoterreno que no sale del garaje y si sale es hasta la rotonda de a lado, no llegan ni a una mentira de las buenas. El engaño es arte, un alarde intelectual que revienta costuras. Pero en este país de mierda o de barro no nos atrevemos a decir la verdad. Dicen que habrá una sesión de investidura en la que dos tipos con apoyos parecidos a los que tuvo el decente Pérez Rubalcaba quieren gobernar el país. Si no fuésemos una sociedad de barro o de mierda, que tanto da como da tanto, el personal estaría a estas horas desconectado del programa del cantante que no canta que entrevista al portero que no para, pero...

Dicen que la audiencia o el cliente son soberanos y será verdad, pero es difícil comprender que nos vendan la mentira del barro o de la mierda para camuflar la incompetencia. Toda una vida intentando tener el coche 'niquelado' para que ahora te vengan contando que lo que mola y está de moda es la mancha. Toda una vida creyendo que Informe Semanal era un programa imprescindible para que ahora lo fumiguen de manera apresurada.

Viva el vino, el fútbol, el espectáculo y esta vida de barro o de mierda a la que nos hemos abonado. Para hacer teatro hace falta talento y sangre.

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