Con la aprobación del uso recreativo de marihuana en Maryland y Missouri, el consumo ya es legal en 21 de los 50 estados de EEUU. En tres de los cinco territorios que aprovecharon las pasadas elecciones para consultar a los ciudadanos sobre la legalización de la maría se impuso el no, aunque en Arkansas, Dakota del Norte y Dakota del Sur ya estaba permitido el uso medicinal.
Mientras una parte del mundo occidental se encamina hacia la legalización para desterrar mafias, imponer impuestos al negocio o establecer un límite al cultivo de plantas por persona y familia, como es el caso de Uruguay, Canadá, Sudáfrica, Australia o Estados Unidos, la otra mantiene una duda hipócrita. Venga, una calada, pero que no se entere nadie. Aquí el que no se pimpla, con todos los problemas que acarrea el alcohol aunque esté aceptado socialmente, disimula la risa floja, y hay quien combina sustancias como quien se cuelga del yoga.
Con las fuerzas de seguridad escasas de efectivos, nuestra ley manda a los agentes a perseguir plantas en vez de dedicar todo su tiempo a detener a malísimos y frenar a malotes. No hay semana sin que en el teletipo aparezca una noticia sobre un golpe al narcotráfico, aunque en un gran número de ocasiones el material incautado no pasa de unas cuantas macetas. Hasta tres plantas es legal en España siempre que se dediquen al autoconsumo pero con el paso del helicóptero de la Vuelta los colegas fumetas dedican horas a camuflar el huerto del balcón o de la terraza.
Ayer fue otro gran día para los detractores del fumeteo. Efectivos de la Policía Nacional desmantelaron una plantación de marihuana en una nave de Pontevedra en la que antes se fabricaban pantalones y ahora cultivaban 2.500 plantas en diferentes estados de maduración. En la operación, liderada por el grupo 2 de la Unidad de Droga y Crimen Organizado, fueron detenidas tres personas por un delito contra la salud pública donde el sentido común sólo apreciaría robo de energía. La actividad en la nave comenzó en mayo y para evitar el cante por el consumo eléctrico conectaron la instalación a la red de alumbrado público. La de médicos y maestros que se podrían contratar si esta actividad tributase como el tabaco o el alcohol.
