Opinión

El PPdeG marca el paso

En estos primeros cien días del Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo, lo más destacado es que el PPdeG ha marcado el paso de la discusión política, no con iniciativas de Gobierno, cuestión que sería entendible, sino sacando asuntos de la época del bipartito. Así, el debate político es sobre las subvenciones a la Mesa por la ‘Anormalización’ Lingüística o los alquileres de unas oficinas de la Xunta en A Coruña. Y la oposición se afana en responder a estas cuestiones del pasado y echa una mano volviendo sobre los coches; debate estéril donde los haya y que no fue el motivo por el que perdieron las elecciones.


Esta estrategia del Gobierno, atacando a la oposición pidiéndole cuentas del pasado, no es nueva, la utilizó José María Aznar. Por el contrario, no he visto ni escuchado a la oposición sacar las tropas a la calle en protesta por la supresión de la gratuidad de los libros escolares mientras rebajan el coste de los atraques para yates... por poner un ejemplo. Si los socialistas no son capaces de escapar de esta trampa infernal, mal les irán las cosas.


Mientras la discusión está en estos términos, el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo está realizando una operación de derribo de todas las iniciativas políticas que dejó diseñadas el bipartito y que aún se pueden paralizar de forma legal.


Es entendible que los conservadores modifiquen aquellos proyectos que eran promesas electorales, por ejemplo: las galescolas. Pero es que el derribo parece generalizado, aunque su realización no fuera cuestionada antes. Hasta se derriban proyectos que están avanzados y cuyo cambio provoca un retraso considerable en la puesta en marcha, como ocurre con el nuevo hospital de Pontevedra que acaba con la ampliación de Montecelo.



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