Opinión

Reglas de juego

Si, como sugirió la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el PSdeG-PSOE y el BNG hubieran concurrido a las elecciones formando una coalición electoral hoy el presidente de la Xunta sería Emilio Pérez Touriño. Pero no fue así porque no hubo coalición y, además, la Ley d’Hont le dio la mayoría absoluta de los escaños del Pazo do Horreo al PP, pese a que socialistas y nacionalistas han obtenido cinco mil votos más, pero nadie ha cuestionado la victoria del PP porque se respetan las reglas de juego. En España se aplica la Ley d`Hont y nuestra ley electoral dice que los alcaldes, presidentes de comunidades autónomas y del Gobierno de España, serán elegidos por los concejales y parlamentarios. No dice que son los votos ciudadanos los que escogen directamente al gobernante. El PP hace cuatro años cuestionó la legitimidad del gobierno bipartito pese a que tenía la mayoría absoluta de escaños. Los conservadores alegaban que ellos deberían gobernar por ser la lista más votada. Su petición carecía de base legal y, como se ha demostrado después, de ética política. Desde 2005 el PP ha votado en contra de la teoría que defendieron en Galicia pactando, en Canarias, con Coalición Canaria para impedir que el PSOE, la lista más votada, gobernara y, ahora mismo, están negociando con los socialistas para impedir que el PNV, la lista más votada, siga gobernando en el País Vasco.


Esta actitud de tomar decisiones políticas en función de intereses puntuales, un grave error que cometen todos los partidos, siempre acaba siendo contradictoria y minando la credibilidad del sistema democrático. Los partidos deben ser coherentes y respetar las reglas de juego. No vale en un momento determinado mantener una teoría y un tiempo después, la contraria.



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