Los agricultores empezaron a plantar patatas, pero en las zonas de secano.
El agua acumulada en la antigua laguna de Antela a causa de los sucesivos temporales del pasado invierno no permite a los agricultores, ni la siembra de patatas ni de cereales (trigo, cebada y avena) de ciclo corto. En la actualidad, los agricultores están en plena siembra, pero lo hacen sólo en parcelas de secano. La situación se produce en un año, en el que, según los datos que maneja el Inorde, se incrementará sustancialmente el cultivo de patatas. "O incremento dos prezos no ano pasado e a situación económica provoca que se traballen más parcelas. Hai xente que quedou sin traballo e ve unha salida no cultivo das patatas", apuntó el técnico del Inorde, Servando Álvarez.
La siembra de los tubérculos en A Limia se realiza sobre una superficie de 3.000 hectáreas y en este año podrían sobrepasar las 3.200, según los datos del organismo ourensano, que posee un campo de ensayo de productos agrícolas, mayoritariamente patatas, en terrenos de la antigua laguna, y que también están afectados por el agua caída durante el invierno.
Servando Álvarez recordaba ayer que las parcelas con terreno más seco, caso de las que hay en los alrededores de los pueblos de Piñeira, Moreiras, Ganade, Damil o Baodo ya están sembradas. "De momento no hay retraso na sementeira como pasou o ano pasado. Agora hai que esperar como se presentan os próximos días para comenzar nas parcelas da antiga lagoa. Si fai sol, non vai haber problema, pero si continúa chovendo, entonces volverase a retasar a colleita", comentó.
En la campaña del año pasado, los agricultores se vieron obligados a sembrar las fincas a finales de mayo y principios de junio debido al agua, para después tener que dejar parte de la cosecha (2.000.000 kilos) en las fincas. La recolección se retrasó prácticamente hasta el mes de noviembre y la lluvia que descargó durante ese mes no permitía entrar en las parcelas a recoger el fruto. A Limia produce una media de 120.000 toneladas de patatas cada año, pero la cosecha del 2013 se redujo, según Servando Álvarez, a 90.000 toneladas debido a las sucesivas lluvias.
Parte de los agricultores aún no pudieron acceder desde entonces a sus fincas de la antigua laguna, caso de Amador Díaz Penín, que ayer recordaban que las " parcelas da lagoa aínda teñen moita auga, podese empezar a traballar nelas, pero aínda no permiten a sembra", explicó, recordando que aún hay tiempo para realizar la plantación. "O problema é co cereal, que xa tiña que estar semeado, xa levamos retraso e moitas parcelas quedarán sin traballar hasta o próximo ano", lamentó.
