Un alicantino Ignacio R.G., de 62 años, alertó a la Guardia Civil de que había localizado en el centro ecuestre de Antela dos caballos y una potra que había sido sustraídos por un socio suyo el pasado mes de julio en la provincia de Alicante. El propietario, según fuentes del Instituto Armado, aportó toda la documentación que acredita ser el dueño de los equinos, ante el temor de que su socio, un joven de Taboadela, de 24 años, los venda a través de un anuncio en internet.
Ignacio R.G. no llegó a denunciar la sustracción ante la Guardia Civil de Ourense argumentando que ya lo había hecho nada más percatarse de la falta de los animales en el cuartel del municipio de Dolores (Alicante), donde este martes aseguraban que se están investigando el supuesto robo.
Los hechos se remontan a principios de verano cuando surgieron problemas en la sociedad que formaron el denunciante y el vecino de Taboadela para dedicarse a la cría de caballos aprovechando terrenos en la provincia alicantina.
Ignacio R.G. se percató de la sustracción de los animales el pasado mes de junio y, tras denunciar el robo, comenzó a buscarlos a través de internet, poniendo el foco de su investigación particular en la provincia de Ourense, dado que desde un principio sospechó, según fuentes del Instituto Armado, de su socio.
El denunciante llegó a desplazarse a la provincia para contactar personalmente con el vecino de Taboadela, pero este no dio señales de vida y asegura "que está en paradero desconocido". Lo que si descubrió en su aventura investigadora es que los dos caballos y la potra estaban en el centro ecuestre de Antela y así se lo hizo saber a la Guardia Civil con el objetivo de recuperarlos e impedir que su socio pueda venderlos.
En las instalaciones equinas limianas aseguraban este martes desconocer el asunto, puntualizando que el centro funciona como "un hotel" en el que particulares pueden dejar sus caballos a nuestros cuidados previo pago de una cuota todos los meses.
Investigación en colaboración con Alicante
La Guardia Civil mantiene una investigación abierta para esclarecer la supuesta sustracción de los tres caballos y determinar si la documentación que aportó el vecino de Alicante para acreditar su titularidad está en regla y se ciñe a la normativa vigente.
Las pesquisas se están llevando a cabo en colaboración con los agentes y la administración alicantina con el objetivo de comprobar si los animales habían pasado todos los controles sanitarios y estaban dados de alta e identificados.
Los agentes también intentaban este martes localizar al socio de Taboadela para tomarle declaración y conocer su versión sobre los hechos.
En el centro ecuestre aseguraban este martes desconocer si un vecino de Taboadela había dejado caballos para que se los cuidaran en los últimos meses.
