SUCESO

Obligado a irse de Baltar por tirar un cóctel molotov a un bar

Baltar. 24-08-15. Sucesos. Agresión dun home nun Bar de Baltar tirando un cócktel molotov e disparos con unha caravina. Na foto vese a propietaria recollendo as sillas que non arderon na terraza
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Estado en el que quedó la terraza del restaurante tras el lanzamiento del cóctel molotov.

El inculpado también disparó contra el local, por no servirle copas para beber en la vía pública

Una orden de alejamiento a más de 200 metros obligó a cambiar de domicilio a un hombre detenido la madrugada de ayer por lanzar un cóctel molotov y disparar una escopeta contra un establecimiento hostelero a escasos 50 metros de su residencia, en el Concello de Baltar. Así lo ha decretado el Juzgado de Xinzo da Limia, donde J.C.G, de 33 años, declaró horas después de su detención, imputado por presunto delito de daños y amenazas.


Según la propietaria del restaurante Mariagaliña, Susana Ramos Porto, el autor de los hechos, ourensano emigrado en Suiza y de vacaciones en Baltar, entró al local, donde pidió un chupito de whisky. "Mi marido, que era quien estaba detrás de la barra, le sirvió lo que pidió y, a raíz de ahí, se desató su ira", explicó Susana Ramos, quien aseguró que el hombre "venía de una fiesta de algún pueblo visiblemente embriagado". El hombre inició una discusión con el propietario "porque quería una copa y no un chupito y como mi marido vio que la situación se agravaba le puso la copa", añade Ramos. No contento con la consumición y entre gritos y empujones, J.C.G. salió del local sin abonar la consumición, que regaló a otros clientes allí presentes.


Unos minutos después, se presentó en el restaurante la mujer del malhechor, "quien pidió dos copas para tomar en la calle", apuntó Susana Ramos. "Después de lo ocurrido y que no podemos servir alcohol en la vía pública, mi marido le dijo que no podía ponerle las bebidas", añade. Fue entonces cuando J.C.G. entró de nuevo al restaurante y arrojó sobre el propietario una caña de cerveza que había sobre la barra. Los presentes sacaron al hombre, ayudados por su propia mujer. Tras la reyerta, los clientes salieron del local, y los propietarios cerraron la puerta y bajaron las persianas, terminando la jornada laboral.


Cuando todo parecía haber llegado a su fin, J.C.G. se presentó de nuevo en las inmediaciones de Mariagaliña con una escopeta de aire comprimido y efectuó varios disparos que ocasionaron únicamente daños materiales en el cierre metálico y en la galería del piso inmediatamente superior, vivienda de los propietarios. Explicó Susana Ramos que "en ese momento llamamos al 112 y acto seguido lanzó a la terraza del restaurante el artefacto incendiario, hecho con una botella y gasolina", que se saldó con daños en media docena de sillas, dos mesas y una sombrilla.


El ahora puesto en libertad con una orden de alejamiento, fue detenido por agentes de la Guardia Civil de Xinzo, que se presentaron en el lugar de los hechos, así como los bomberos del mismo Concello, para apagar las llamas.
Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales "pero el susto no nos lo quita nadie y quién sabe qué hubiese pasado si el arma fuese de fuego y no de balines", apuntó la propietaria. 

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