Medio centenar de trabajadores de la Vidriera del Atlántico se concentraron hoy delante del Pazo de Justicia de Ourense para protestar 'contra las últimas decisiones y pronunciamientos judiciales' que autorizaron más de cien despidos y desestimaron setenta peticiones de rescisiones de contrato.
El secretario comarcal de la CIG, Manuel Anxo Torres, indicó que se trata del 'conflicto sindical más largo', sostenido en la provincia de Ourense, ya que se inició en diciembre de 2008.
Tras algunos incidentes con agentes la Policía Nacional de Ourense, que al parecer solicitaron a los trabajadores la retirada de los pasamontañas que llevaban, éstos clamaron al unísono 'No somos delincuentes, somos trabajadores', y desplegaron una pancarta en la que reclamaron justicia para los afectados.
El sindicalista de la CIG aseguró que tras la últimas decisiones y pronunciamientos judiciales 'no nos queda otra cosa que acatarlos', si bien denunció la situación de 'abandono' de la Justicia de Ourense con los trabajadores.
'Permiten que un grupo multinacional hiciese una fusión en la que nos dejó multitud de deudas y se llevó multitud de clientes de la Vidriera', denunció Torres.
Afirmó que 'si una empresa es insolvente y está en quiebra, ¿de dónde salió el dinero para atender las deudas?', en alusión al pago reciente de unas deudas acumuladas por la empresa y que pagó tras la última resolución judicial.
En total, la empresa pagó a los trabajadores '600.000 euros', dijo Torres, además de los 'tres millones de euros' relativos a las indemnizaciones, 'a pesar de que no había liquidez'.
Tras algunos incidentes con agentes la Policía Nacional de Ourense, que al parecer solicitaron a los trabajadores la retirada de los pasamontañas que llevaban, éstos clamaron al unísono 'No somos delincuentes, somos trabajadores', y desplegaron una pancarta en la que reclamaron justicia para los afectados.
El sindicalista de la CIG aseguró que tras la últimas decisiones y pronunciamientos judiciales 'no nos queda otra cosa que acatarlos', si bien denunció la situación de 'abandono' de la Justicia de Ourense con los trabajadores.
'Permiten que un grupo multinacional hiciese una fusión en la que nos dejó multitud de deudas y se llevó multitud de clientes de la Vidriera', denunció Torres.
Afirmó que 'si una empresa es insolvente y está en quiebra, ¿de dónde salió el dinero para atender las deudas?', en alusión al pago reciente de unas deudas acumuladas por la empresa y que pagó tras la última resolución judicial.
En total, la empresa pagó a los trabajadores '600.000 euros', dijo Torres, además de los 'tres millones de euros' relativos a las indemnizaciones, 'a pesar de que no había liquidez'.
