El pasado lunes fallecía Leopoldo Pérez Camba, a los 88 años. Fue el primer alcalde democrático de Allariz, después de la dictadura franquista. Pérez Camba falleció en Vigo, donde llevaba varios años viviendo con su hija.
El político, natural de Allariz, es descrito por sus allegados como ”una persona íntegra, que decía la verdad que él sentía, muy comprometido con sus valores y poco diplomático. Una persona clara y transparente”.
Pérez camba comenzó su carrera política en la última etapa de la dictadura, siendo concejal de Allariz, para continuar su carrera política en las filas de Unión de Centro Democrático y en 1979 fue elegido alcalde de Allariz, en las primeras elecciones democráticas tras la dictadura. Ocho ediles sumó UCD en aquellos comicios por 5 del BNG.
Tras cuatro años de mandato, no se presentaría a la reelección, pero volvería en 1987, después de varias dimisiones por parte de sus compañeros, que le llevaron a ser nuevamente alcalde.
Se inició el mandato con Celestino Bouzas Canosa (AP-CdeG) como alcalde de Allariz, después este renunció al cargo, asumiendo el mismo su compañero José Luis Cid. El nuevo regidor también renunció, pactando entonces AP-CdeG con la CPG y haciendo alcalde a Leopoldo Pérez Camba, que en esta ocasión no acabaría su mandato, debido a la revuelta de 1989 por parte de los vecinos de la villa que estaban en contra de su gestión. Terminaría renunciando al cargo y dejando el bastón de mando al
BNG.
Después de estos acontecimientos, se retiró de la vida política y se dedicó a la vida familiar. También fue cooperativista de Coren, con sus granjas de pollos y cerdos y tenía un bar en su casa.
Quienes compartieron con él aquellos días lo señalan como “una persona muy comprometida con su trayectoria y con su pueblo y su tierra, que en un momento determinado se vio afectado por la revuelta alaricana”. Y recuerdan que “recuperó parte de las calles de Allariz, villa que posteriormente a su mandato, recibiría en el año 1994 el Premio Europeo de Urbanismo por la rehabilitación de su casco histórico”.
Estos últimos años, ya viudo de su mujer, y con cuatro hijos, estuvo compartía vivienda con su hija María en Vigo, con la que permaneció hasta su muerte.
Leopoldo Pérez Camba es reconocido ya por todos los alaricanos como una persona histórica, que hacía las cosas a su manera y que "le llamaba a las cosas por su nombre".
