CANCIÓN TRISTE DE MANOLITA STREET

En pleno mes de agosto ya forman una fila que es el aperitivo de lo que irá incrementándose en las próximas semanas, hasta dar trabajo precario a un par de guardias de seguridad que velarán porque el desfile de ambiciones no bloquee las puertas del comercio colindante. Mi progenitor siempre decía que un parámetro de pobreza de un país se mide por la cantidad de dinero que gasta en juegos de azar; supongo que la idea de encontrar un atajo hacia el desahogo económico es la que empuja a comprar boletos de la fortuna que se dirimirá tras el solsticio de invierno.
Las hojas del otoño provocará un incremento progresivo de compradores de lotería ante esta administración madrileña. No es de extrañar que en el país de las Cecilias, cada vez más gente busque un golpe de suerte que les solucione la vida. Hagan juego.

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