La crisis actual atenaza a muchas familias.
En esas mismas casas viven niños con deficiencias de alimentación. Es la España que no cuenta para unos políticos que miman a sus banqueros corruptos. Tres de cada diez niños españoles se van a la cama con hambre y van al colegio sin desayunar. Esta circunstancia tiende a ocultarse (gracias al comedor escolar pueden asistir a las clases sin desfallecer). La violencia lícita es una palabra que no digo yo: lo ha dicho un tal Angel Pérez, portavoz del grupo municipal de IU, que fue diputado de IU en el Congreso por Madrid. También ha dicho que si el hambre existe, cualquier acción para conseguir que los ciudadanos coman, en particular los niños, es lícita.
En este país hay síntomas de malnutrición. Baste situarse en las colas de los comedores sociales para darse cuenta. Una comida caliente al mediodía y un bocadillo de mortadela para la cena no van a ningún lado. De momento no hay hambruna pero si la hubiera la solución no sería el saqueo de los supermercados, aunque pudiera ser legítimo: 'Si hay que asaltar supermercados habrá que organizarlo para asaltarlos bien asaltados... incluida la violencia si fuera necesaria', ha dicho Angel Pérez.
Una vez desaparecida la decencia: políticos, banqueros, gobiernos, empresarios corruptos, junto con la propia inacción de la justicia para castigarlo, se podría pensar que si nadie da respuestas cualquier acción se consideraría lícita, al menos en la visión de IU.
Que en pleno siglo XXI en España haya gente que no puede comer, ese es un límite a la democracia en sí misma. Como si el hambre pudiera esperar.
En este país hay síntomas de malnutrición. Baste situarse en las colas de los comedores sociales para darse cuenta. Una comida caliente al mediodía y un bocadillo de mortadela para la cena no van a ningún lado. De momento no hay hambruna pero si la hubiera la solución no sería el saqueo de los supermercados, aunque pudiera ser legítimo: 'Si hay que asaltar supermercados habrá que organizarlo para asaltarlos bien asaltados... incluida la violencia si fuera necesaria', ha dicho Angel Pérez.
Una vez desaparecida la decencia: políticos, banqueros, gobiernos, empresarios corruptos, junto con la propia inacción de la justicia para castigarlo, se podría pensar que si nadie da respuestas cualquier acción se consideraría lícita, al menos en la visión de IU.
Que en pleno siglo XXI en España haya gente que no puede comer, ese es un límite a la democracia en sí misma. Como si el hambre pudiera esperar.
