Nos sorprende a muchos, la mayoría, que cuando una persona hace de profeta, es decir el que denuncia o declara a 'vox populi' que los políticos que han cometido irregularidades, deben de asumir su responsabilidad, y ser consecuentes con sus actos. Uno ha de tener el suficiente valor, humildad y coraje para bajarse del pedestal del empoderamiento del cargo, sea el que sea y al menos reflexionar o considerar que ha podido como ser humano cometer errores.
Es verdad que Chamizo llevaba mucho tiempo de Defensor del Pueblo andaluz, y muchas veces hasta los ciudadanos de a pie nos podemos preguntar si este cargo es útil y necesario, pero que tampoco nadie se moleste porque las críticas son necesarias y útiles en una democracia y como tales si son verídicas, son positivas.
Decía Chamizo, y es verdad, que la gente está harta de estulticias, dimes y diretes, de medias verdades, de componendas, de apaños, y de que se libre de ir a la cárcel quién tiene dinero para pagar una fianza por alta que sea. Estamos hartos de dos o más varas de medir, de que se mire a veces para otro lado, de que los partidos políticos por razones de llegar al poder o mantenerse en él, no respondan las cuestiones o preguntas de la opinión pública, guarden silencio, o nos ignoren.
Cualquier político, ante todo, ha de ser una persona honesta y, por supuesto, que olvide el eslogan maquiavélico, 'que todo fin político justifica los medios'. En la medida que sean personas nobles y de buena voluntad, estaremos en el camino de que esto cambie para mejor, y entonces ni Chamizo ni nadie tendrá que echar en cara a los grupos políticos algo que es evidente, que no siempre son consecuentes con la verdad, ni están a la debida altura de las demandas que plantea la sociedad en medio de una crisis demoledora.
Decía Chamizo, y es verdad, que la gente está harta de estulticias, dimes y diretes, de medias verdades, de componendas, de apaños, y de que se libre de ir a la cárcel quién tiene dinero para pagar una fianza por alta que sea. Estamos hartos de dos o más varas de medir, de que se mire a veces para otro lado, de que los partidos políticos por razones de llegar al poder o mantenerse en él, no respondan las cuestiones o preguntas de la opinión pública, guarden silencio, o nos ignoren.
Cualquier político, ante todo, ha de ser una persona honesta y, por supuesto, que olvide el eslogan maquiavélico, 'que todo fin político justifica los medios'. En la medida que sean personas nobles y de buena voluntad, estaremos en el camino de que esto cambie para mejor, y entonces ni Chamizo ni nadie tendrá que echar en cara a los grupos políticos algo que es evidente, que no siempre son consecuentes con la verdad, ni están a la debida altura de las demandas que plantea la sociedad en medio de una crisis demoledora.
