ROSALIA MERA TAMBIÉN ERA UNA 'INDIGNADA'

Cuan lejana es la concepción del empresario que tenía Rosalía Mera, recientemente fallecida, la mujer más rica de España, de la generalidad de los empresarios que aparecen en los medios de comunicación.
La personalidad de Rosalía Mera es polifacética y logra aunar aspectos de la realidad social solo aparentemente contradictorios, como pueden ser la moral cívica y la economía de mercado, su pertenencia a la elite económica y su solidaridad con las iniciativas de los movimientos sociales contestatarios. Había que combatir la lógica del mercado destructora de la responsabilidad individual, para dar paso a una ética del empresario tendente al desarrollo de la solidaridad y de la justicia social. Rosalía no era la mujer más rica de España por casualidad, sino debido en gran parte a su concepción del papel que ha de desarrollar el empresario.

La imagen del empresario oficial aparece siempre con propuestas restrictivas para los derechos de los trabajadores: cobrar más y trabajar menos; mayor flexibilidad laboral, formación profesional superficial. Todo lo contrario de lo que proponía la señora Mera.

A Rosalía Mera le ha tocado vivir en una sociedad en una época en la que los principios morales que deben regir la economía están en quiebra profunda. No solo ha habido 'fallos' de la regulación financiera y 'errores'. Hay una quiebra moral del nuevo capitalismo que emerge en los años ochenta del siglo pasado; consecuencia de esta quiebra es la deslegitimación del economía de mercado. El 'nuevo héroe' del capitalismo lo quiere todo y con una rentabilidad inmediata. Contra esta orientación Rosalía se apoyó en la vieja ideología basada en la ética del esfuerzo y la responsabilidad individual.

Después de la ruptura matrimonial reorientó su vida y estudió magisterio con el proyecto de volver aprender aquello que no había podido aprender; como tantas otras a los 12 años tuvo que dejar los estudios para dedicarse a trabajar. Era en aquella época el destino de muchos españoles.

La señora Mera, como ciudadana y como empresaria, vio el papel que puede jugar la educación en el desarrollo individual y colectivo de un pueblo, de ahí la Fundación Paideia, la revista Escola Crítica y la necesaria reorientación de la educación en sus métodos y en sus contenidos.

Te puede interesar
Más en Cartas al director