Celanova brilló con la celebración de la procesión nocturna de la Ramallosa, el acto central y más multitudinario de las fiestas de la Encarnación

Miles de faroles de colores iluminan la noche más larga

Grandes y pequeños portaron los ramos cargados de faroles. (Foto: FOTOS: MIGUEL ÁNGEL)
Mucha fiesta, colorido e ilusión llenaron ayer las calles de Celanova en la celebración de la procesión nocturna de la Ramallosa, el acto central y más multitudinario de las fiestas de la Encarnación. Con comercios y fachadas engalanados para la ocasión con los tradicionales faroles de papel, vecinos y visitantes disfrutaron del ambiente festivo durante toda la jornada. Un día de reencuentros con familiares y amigos que viven fuera durante el año, pero que cada año hacen coincidir su regreso a casa con el primer sábado de agosto.
Como manda la tradición, a las once de la noche se apagaron las farolas y luces públicas dejando al pueblo y sus moradores, iluminados con las velas de los faroles. En el centro de esta procesión pagana, las comparsas portaban sus faroles con alusiones a los temas de actualidad intercalados por las charangas que, desde las ocho de la tarde y hasta la madrugada, ambientaron la fiesta en calles y plazas. Hoy, la banda de Celanova protagonizará el pasacalles y la sesión vermú y el grupo Canela la verbena.

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