Sin sorpresas y con una sonora ovación de los suyos, Antonio Mouriño Villar juró ayer su cargo como alcalde del Concello de Celanova. Casado, con dos hijas y una nieta, Mouriño recibió del edil de mayor edad, el también 'popular' Maximino Rodríguez, el bastón de mando del Ayuntamiento.
A sus 56 años, Mouriño Villar afronta su sexto mandato con la tranquilidad que le da haber logrado la mayoría absoluta, 1.978 votos frente a los 1.926 que suman BNG y PSdeG-PSOE. Una oposición que ha ganado peso con el voto urbano y joven y que advierte que mirará con lupa la gestión del Partido Popular. El salón de sesiones, ubicado en las dependencias monacales, albergó a mediodía el acto de constitución de la Corporación local, donde Mouriño abogó por el papel que gobierno y oposición, con su función critica y constructiva, tienen en el futuro de los casi seis mil celanovenses. 'Gañar as eleccións é moi difícil, pero gobernar durante catro anos coido que é moitísimo máis. Ás veces as cousas non saen como un quere e os proxectos non se consiguen ca premura que un desexa. De tódalas formas, prométovos que vou traballar ca mesma ilusión do primeiro día', se explayaba el regidor 'popular', quien además de agradecer el respaldo vecinal y de los compañeros, trató de estrechar lazos con la oposición, instando a la colaboración plena en los grandes proyectos. 'Gustaríame pedir a tódolos compañeiros de Corporación o apoyo incondicional para aqueles proxectos de interese para o pobo. Nós representamos o pobo, polo tanto os intereses xerais teñen e deben estar sempre por diante de cualquier tipo de interés persoal', destacó en un improvisado discurso.
