Manuel González creó la Asociación Amigos de Ramiranes en Caracas

Ramirás homenajea a un pionero de la emigración

La localidad de Ramirás rindió tributo a uno de sus hijos más ilustres y queridos, el nonagenario Manuel González Álvarez, historia viva de la emigración ourensana.
La vida de González Álvarez es la crónica de la superación y la solidaridad con sus convecinos en un país lejano, Venezuela, en el que trabajó durante seis décadas.

Trabajó de enfermero, camionero, taxista... a veces en jornadas de 16 horas, pero sobre todo ejerció de hombre cercano a sus compatriotas. No fueron pocas las veces que prestó dinero a personas en apuros.

Tal vez su logro más destacado fue la creación en Caracas de la Asociación Amigos de Ramiranes en 1974. Esa agrupación, que llegó a contar con un millar de asociados, fue una plataforma desde la que docenas de ourensanos llegados al país sudamericano recibieron ayuda, asesoramiento y refugio. Las gestiones de González Alvarez fueron decisivas para que el Gobierno de Felipe González reconociera en 1984 el derecho a pensión a emigrantes llegados un día a Venezuela sin papeles.

Uno de los promotores del homenaje, José Luis Álvarez, afirmó que 'Manuel, pese a pasar mucho tiempo lejos, llevó siempre a Ramirás en el corazón; dejó una profunda huella por donde pasó y ayudó desinteresadamente a muchas personas. Es un hombre muy querido en este concello'.

Al acto de tributo público, presidido por la alcaldesa de Ramirás, Pilar López, se sumó el ex canciller de España en Venezuela Alberto Pérez Yáñez. Los asistentes recibieron un texto que reseña los avatares vitales de González, que en su día escribió un brillante relato autobiográfico.



RETORNO

González retornó a Galicia en los años 90 y en la actualidad vive en una residencia de ancianos en Pontevedra. El homenajeado, finalmente merecido profeta en su tierra, recibió ayer el cariño de sus paisanos, que recompensaron con abrazos toda una vida de entrega a los demás.

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