Marco Chiarini une fantasía y drama en la película 'El hombre cerilla'

El italiano Marco Chiarini en una entrevista con Efe para tratar de 'El hombre cerilla', un drama con el que debuta en la gran pantalla y que trata sobre el abandono, pero sin llegar a la tragedia. (Foto: EFE)
El italiano Marco Chiarini pretende 'que los adultos vuelvan a sentirse niños' con su película 'El hombre cerilla', un drama con el que debuta en la gran pantalla y en el que trata sobre el abandono pero sin llegar a la tragedia.
Lejos de los efectos especiales a los que nos tiene acostumbrados el cine infantil de Hollywood, Chiarini retrata con pocos recursos la vida imaginaria de Simone, un niño de once años que vive en la campiña italiana con su malhumorado padre.

Cuenta Chiarini, en una entrevista con Efe, que la película que se estrena esta semana en España le ha dejado 'sin energía', pues él escribió la novela en la que se ha basado para producirla, ha hecho el guion y también se ha encargado de la distribución.

No obstante, afirma que es fácil hacer cine y contar cosas y que el dinero con el que cuentan las grandes producciones coarta la libertad del creador y no siempre ayuda a relatar la historia.

En esta, en concreto, el protagonista busca encarecidamente mantener la ilusión que le une a su madre, que falleció de cáncer.

Quiere demostrarle a su padre que existe 'El hombre cerilla' (un ser mítico que ayuda a cumplir los más íntimos deseos), necesita arrancar una muestra de cariño de su progenitor, un campesino que ama a su hijo pero al que le queda grande educarlo solo, sin una madre, sin estudios ni grandes cosas que ofrecerle.

A pesar de que el trasfondo de la cinta entraña el drama de ambos y la superación de un trauma que necesita del duelo, el filme se mantiene en un punto de equilibrio entre la risa y el llanto, entretejiendo la fantasía de Simone con la realidad a la que están supeditados.

'Esta película es para niños y adultos, pero no para adolescentes, que tienen la infancia demasiado cerca y no quieren sentirse niños, es como hablar de cuerdas en casa del ahorcado', explica Chiarini.

Cualquier niño puede sentirse identificado con la historia que vive Simone; animales que hablan, amigos imaginarios que le ayudan a conocer al misterioso 'hombre cerilla' y un antagonista, el despreciable Rubino.

Para los adultos la lectura del filme pasa por empatizar con el dolor de padre e hijo y dejar volar la imaginación para regresar a esas ilusiones que alimentan la mente infantil y que 'todos tenemos en alguna parte de nuestro ser', señala el director.

Apasionado de su trabajo y de las buenas historias, este polifacético artista ya tiene finalizado su segundo guión, que relatará la historia de un grupo de niños huérfanos de la II Guerra Mundial que se marchan a vivir todos juntos a una isla.

De momento, con 'El hombre cerilla', en el que por cierto incluye un palíndromo muy peculiar, ha obtenido dos nominaciones a los Premios David Di Donatello 2010 como Mejor Director y Mejores Efectos Visuales y también ha ganado el Premio del Jurado Internacional en el Festival de Cine Infantil de El Cairo.

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