Pulverizó el jueves en dos ocasiones su mejor marca en los 400 estilos, pero se quedó con la miel en los labios. Iria Álvarez se quedó a diez centésimas de la medalla de bronce. Me dio mucha rabia, pero había que pasar página, asegura la nadadora.
Con esa rabia nadó su prueba favorita por la tarde. Era la primera opción para colgarse el oro en los 200 mariposa y lo ratificó en una final incontestable: He salido muy fuerte y la verdad es que me he sentido muy cómoda nadando. Esperaba que algo más complicado, pero ya sabía que ésta era la prueba en la que más opciones tenía, remarca.
Nada en casa y tendrá la oportunidad de ponerle el broche en los 200 braza a unos campeonatos inolvidables: Lo voy a intentar. Sé que será complicado, porque hay chicas muy buenas, pero nadar en casa te ayuda. Supone más presión pero duermes en casa, comes en casa, te viene a ver tu gente y es tu piscina. Sacar otra medalla sería ya algo increíble. Su final está prevista para las cinco y veinte.
Nada en casa y tendrá la oportunidad de ponerle el broche en los 200 braza a unos campeonatos inolvidables: Lo voy a intentar. Sé que será complicado, porque hay chicas muy buenas, pero nadar en casa te ayuda. Supone más presión pero duermes en casa, comes en casa, te viene a ver tu gente y es tu piscina. Sacar otra medalla sería ya algo increíble. Su final está prevista para las cinco y veinte.
