El timonel Tomé aterrizó en Ecuador con un proyecto a largo plazo, de tres años, pero la experiencia, que sí fue breve, fue una pena

Las Américas en dos meses

El timonel Tomé espera noticias en Pontevedra. La aventura ecuatoriana ha sido mucho más breve de lo que el exentrenador del Ourense hubiese deseado.
'Todo han sido problemas. Llegamos (él, Olmo y Corominas al Nacional de Quito) con la competición avanzada, no conocíamos a los jugadores... Paralelamente, una auditoría reflejó que donde había dos millones de dólares de deuda realmente eran diez...'.
El fútbol era lo de menos. El grupo Mónaco, español, tenía miras mucho más elevadas. Casi dos meses de estancia, ni una sola victoria. 'Perdimos los cuatro partidos. Tuvimos muchos problemas, intentamos buscar un estilo de juego. El resto de equipos se reforzaron con extranjeros, que no tienen mucho nivel pero sí más que el futbolista ecuatoriano medio. El Nacional no, el Nacional es como el Athletic de Bilbao. Lo rigen los militares, el presidente es un general... Yo había entrenado por la mañana, estaba preparando el entrenamiento de la tarde, me llamaron y me dijeron que lo dejara todo y me volviese'. Sí, el presidente también dimitió'.

Un país impresionante
'Ecuador es un país impresionante para vivir, me recuerda a la España de hace 40 años. El clima es muy bueno y hay dos clases sociales muy diferenciadas', relata Tomé. 'La moneda allí es el dólar, se vive bien. Es todo más barato, pero no mucho. Un café puede costarte 60 céntimos en un sitio y tres dólares en otro', añade.
Experiencia agridulce entonces, porque me da que no ha visto un duro, un dólar o un euro... 'Nada, no hemos cobrado nada. Es el problema, estamos esperando. La experiencia ha sido buena, pero a la vez ha sido una pena. Era un proyecto bonito, a largo plazo, de tres años. Pero ha quedado en nada. El grupo que fue allí para invertir no aportó nada y los ecuatorianos se cansaron. Si a eso le sumamos los malos resultados deportivos... Entrenan en otra onda, lo hacen como yo cuando jugaba en el Salamanca, unas palizas tremendas. Han evolucionado poco. El equipo que tiene dinero termina haciendo una buena temporada', detalla.
'Regresé encantado del país, del paisaje. Quito (la capital de Ecuador) es una ciudad muy grande, tiene casi 40 kilómetros de norte a sur. Luego, Guayaquil es una ciudad muy parecida a Barcelona, también en extensión. Se bebe muy sano, los zumos los hacen de mil maneras, todas naturales. Vino no se bebe, si acaso alguna cerveza. Bajé siete kilos. A las seis y cuarto de la mañana ya es de día, a las seis y cuarto de la tarde ya es de noche. El sol quema, es impresionante, aunque la temperatura oscile entre los 22 y los 24 grados. Tienes que protegerte. Yo tenía que entrenar con gorra, no me quedaba otra. A las nueve de la noche ya estás en casa. Es, es una ciudad segura, yo la pateé bien', relata Tomé.

Madrid y Barcelona
¿Y el fútbol? 'Se sigue mucho al Barcelona y al Madrid, los conocen al dedillo. De hecho hay un equipo, el Barcelona de Guayaquil, que viste igual, con los colores azulgrana. Los dos tienen un tirón muy grande. El Barcelona ha ganado muchos adeptos con los últimos títulos, con la forma de juego, con los Messi, Iniesta o Xavi, pero el Madrid sigue ahí, es un equipo muy querido'.
Como no podía ser de otra forma, el timonel Tomé sigue de cerca la andadura del CD Ourense. '¿Si se ha metido en problemas? Puede que sí, pero yo creo que no debería pasar apuros. Sería una lástima echar por la borda una temporada que ha sido francamente buena. Ahora le vienen dos partidos seguidos en casa (Rayo Vallecano B y Avilés) y ahí debe dejar sellada la permanencia', finaliza.

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